RECONFIGURACIóN
Corrientes vivió la elección de tercios que no se dio en las ejecutivas
El oficialismo volvió a ganar, pero con un caudal mucho menor y un escenario fragmentado. La baja participación, la dispersión del voto radical y el avance de La Libertad Avanza marcaron el pulso político de las legislativas.
Un análisis de Nueva Mirada sobre las elecciones legislativas nacionales en Corrientes 
Las elecciones legislativas nacionales en Corrientes confirmaron una tendencia que había quedado pendiente tras los comicios provinciales del 31 de agosto: la aparición efectiva de la “elección de tercios”.
El resultado del domingo mostró un reparto equilibrado de poder entre las tres principales fuerzas: Vamos Corrientes obtuvo el 33,91% de los votos, La Libertad Avanza el 32,68% y Fuerza Patria —que a nivel provincial ejecutiva se había presentado como Limpiar Corrientes— alcanzó el 28,32%.
Este nuevo mapa político, sin un ganador absoluto, contrasta con las ejecutivas recientes, donde Gustavo Valdés había consolidado su hegemonía provincial con el 52% de los votos y un amplio margen sobre oposiciones fragmentadas. Ahora, el oficialismo logró sostener el primer lugar, pero sin evitar que mileístas y peronistas también celebraran sus bancas.
La primera lectura es clara: la hegemonía radical muestra signos de desgaste y enfrenta una reconfiguración en su propio territorio. La baja participación —apenas el 59,79% del padrón— funcionó como un termómetro de apatía ciudadana y también como consecuencia de un oficialismo que no desplegó su maquinaria electoral habitual.
Sin el impulso de los intendentes ni el peso de una disputa por la Gobernación, una porción del electorado radical se dispersó entre La Libertad Avanza, y sectores cercanos a Ricardo Colombi, cuya fuerza ECO fue Corrientes Nos Une, se acercó al peronismo.
En el nuevo tablero, la disputa dentro del propio oficialismo es un factor decisivo. Valdés, que en las provinciales había capitalizado la idea de “renovación” al imponer a su hermano Juan Pablo como sucesor, llegó a las legislativas tras un viraje estratégico: pasó de aliado clave de Javier Milei a uno de sus críticos más visibles dentro del espacio “Provincias Unidas”, junto a Pullaro y Schiaretti. Esa distancia, sin embargo, no impidió que parte del voto radical migre hacia los libertarios, sobre todo en la capital, donde La Libertad Avanza logró imponerse en bastiones tradicionales del radicalismo.
El fenómeno mileísta, debilitado en agosto, reapareció con fuerza en estas legislativas. Logró 178.292 votos, apenas 6.713 menos que Vamos Corrientes, y ganó en municipios clave como Monte Caseros, Mercedes y Santo Tomé. Su discurso volvió a calar entre sectores medios urbanos y jóvenes, que perciben al oficialismo provincial como un poder enquistado tras 25 años de continuidad radical.
El otro dato relevante es la recuperación del peronismo correntino en porcentajes, que tras años de magros resultados consiguió 28,3% y un diputado nacional. Fuerza Patria logró reposicionarse.
En conjunto, las legislativas de 2025 dejaron en Corrientes un escenario inédito o irreal: tres fuerzas competitivas, con representación y votos cercanos. Si en las elecciones ejecutivas el radicalismo había capitalizado la idea de orden y estabilidad frente al ajuste nacional, esta vez el humor social se fragmentó. La crisis económica, la pérdida de poder adquisitivo y el desencanto con la política tradicional incidieron en una participación más baja y en un voto más volátil.
El desafío para el oficialismo será sostener la gobernabilidad de su bloque sin el arrastre de los triunfos amplios que lo caracterizaron. Para la oposición, el reto será convertir este avance en estructura territorial.
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