ANáLISIS

Juicio por el femicidio de Griselda Blanco: una condena que no alcanza a la verdad completa

A dos años del asesinato de la periodista correntina Griselda Blanco, la Justicia condenó al empresario Darío Holzweissig a 12 años de prisión.

Un análisis de Nueva Mirada 

Aunque se probó el femicidio, persisten fuertes dudas sobre los motivos del crimen. En principio quisieron hacer entender que se trataba de un suicidio, luego que fue asesinada por amenazar revelar la relación extramatrimonial que tenia el condenado. Pero la familia y varias pruebas hablan de que no se investigó el posible vínculo del femicidio con su labor periodística. 

Este viernes 24 de mayo, el Tribunal Oral Penal de Mercedes condenó a 12 años de prisión al empresario Darío Alfredo Holzweissig por el femicidio de la periodista Griselda Blanco, ocurrido el 20 de mayo de 2023 en Curuzú Cuatiá. La sentencia llega después de un juicio breve, con pocos testigos, y deja una sensación de incompleta. Para los hijos de Griselda, la resolución judicial está lejos de hacer justicia.

“Estamos destruidos, llegamos a la verdad pero no a la justicia”, escribió su hijo Fabián Cesani Blanco en sus redes sociales, en un posteo que rápidamente fue compartido por colegas y medios. En ese texto, Fabián anticipa que junto a su hermano Lautaro harán público un video donde explicarán su posición sobre lo que consideran una verdad a medias. “No existe la justicia en Corrientes”, afirmó, reflejando no solo un dolor personal, sino también el descreimiento que atraviesa a gran parte de la sociedad.

Una periodista incómoda

Griselda Blanco tenía 45 años y era madre de dos hijos. Fue una de las pocas periodistas que investigó desde Curuzú Cuatiá casos de violencia institucional, abusos en hospitales públicos y denuncias contra funcionarios locales. Lo hacía desde sus redes sociales, donde tenía una importante audiencia. Sus críticas le valieron amenazas y ataques públicos de funcionarios políticos y policiales.

Fue la periodista que denunció delitos del comisario de su ciudad quien fuera después del pueblo de 9 de Julio, y que hoy esta detenido en la causa Loan Peña, Walter Maciel. 

Según testimonios recopilados, Griselda había denunciado poco antes de su muerte a un ginecólogo por acoso sexual contra pacientes y advertido sobre irregularidades en el hospital local. También había publicado audios comprometidos de figuras de poder. 

La noche anterior a su muerte, según consta en la causa, mantuvo una discusión telefónica con el empresario de locales bailables Darío Alfredo Holzweissig, con quien había tenido una relación breve. La Fiscalía presentó esa discusión como móvil del crimen. A la mañana siguiente fue hallada muerta en su casa, con signos de estrangulamiento.

Durante la instrucción, el fiscal de la causa reconoció que no podía descartarse que la labor periodística de Griselda fuera el móvil del femicidio. Incluso, la causa fue caratulada inicialmente como “femicidio agravado por la posible intervención de terceros”. Sin embargo, esa línea de investigación quedó relegada. 

Su abogada, Andrea Tribbia, también había denunciado demoras de los resultados de pruebas contundentes y que la fiscal no tenía perspectiva de género. 

Además Griselda había solicitado protección judicial semanas antes del crimen. Esa solicitud fue ignorada por la Justicia correntina. Tampoco se habría investigado otras amenazas recibidas previamente ni la destrucción parcial de su celular, hallado sin tarjeta SIM.


El juicio

El juicio se desarrolló en tiempo récord: en una sola jornada se escucharon los testimonios, se expusieron pruebas y se dictó sentencia. No se indagó en ningún momento sobre los vínculos de Darío Holzweissig con el poder político local, ni sobre los posibles motivos relacionados con el trabajo de Griselda. Tampoco se profundizó en la posibilidad de una participación de terceros.

“El crimen de Griselda fue encuadrado en un marco de relación personal, cuando lo que hacía su trabajo era apuntar directamente al poder. No se puede desligar su asesinato de eso”, sostuvo una colega que compartió con ella investigaciones.

Organizaciones como Ni Una Menos, la Red de Medios Digitales y Periodistas Argentinas reclamaron en su momento que se investigue el femicidio como un posible crimen vinculado al ejercicio del periodismo. “El caso de Griselda no es aislado, es un ejemplo de cómo se persigue y silencia a las mujeres que denuncian y exponen la corrupción”, expresaron en un comunicado.

Para la familia, el juicio cerrado en una sola jornada es una forma de encubrimiento. “Vamos a hablar cuando estemos más fuertes”, dijo Fabián. El dolor no los paraliza, pero sí exige respeto y verdad. Lo que ocurrió con Griselda no puede explicarse únicamente como un crimen pasional. Su historia, su voz, su lucha, y los enemigos que se ganó por decir la verdad merecen una investigación real.

Griselda Blanco Juicio Injusticia Periodismo crítico