En el peor momento de la epidemia del dengue en el país, los repelentes, que sirven para evitar las picaduras del mosquito que provoca la enfermedad, escasean en las góndolas de las farmacias.

Asimismo, los precios se dispararon hasta casi siete veces lo que costaba hace algunas semanas atrás. Un aerosol de repelente que se compraba en Buenos Aires por 5.000 pesos; hoy ya vale 33.000.

Ante esta situación, la respuesta que encontró el Gobierno de Javier Milei fue acelerar el ingreso de repelentes e insumos durante 30 días, sin los controles de calidad a cargo de la Administración Nacional de medicamentos y alimentos (ANMAT) sobre las importaciones.

Asimismo, el ministro de Salud, Mario Russo, reconoció que “se está produciendo en algunos laboratorios estatales de las provincias mayor cantidad de repelentes”.

Además, Universidades Nacionales, como la de Formosa y Chaco Austral, entre otras, están produciendo sus propios repelentes que se reparten gratuitamente en la población.

De acuerdo al último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina hay 180.529 personas infectadas de dengue y 129 fallecieron por la enfermedad.

La circulación viral autóctona de dengue se registra en 19 de las 24 jurisdicciones del país.

“Los casos acumulados hasta el 23 de marzo representan algo más de seis veces que lo registrado en el mismo período de la temporada anterior —2022/2023— y de la temporada 2015/2016 y casi 10 veces lo registrado en el mismo período de 2019/2020”, informó el boletín.

Vale recordar, que el Gobierno se sigue negando a incluir la vacuna contra el dengue dentro del calendario nacional y derivó la prevención de la enfermedad a las provincias.