El Tribunal Oral Penal N°2, ubicado en Plácido Martínez al 1056, condenó el pasado lunes a prisión perpetua a César Daniel Acevedo por el femicidio de la bioquímica, Alba Ricotti. 

La madrugada del lunes 23 se desató una fuerte tormenta sobre la capital correntina, como si fuera un mensaje de la justicia que se avecinaba. A las 8:30 horas estaba pactada la quinta audiencia del juicio por el femicidio de Alba Ricotti, el primero del año en la provincia. 

La jornada se diagramó con los alegatos de las partes y el veredicto del Tribunal, conformado por el juez Juan José Cocchia y los vocales, Ariel Azcona y Román Esquivel. 

Afuera del edificio judicial organizaciones sociales y feministas llegaban paulatinamente, para concentrarse y desplegar el enorme cartel que rezaba “Justicia por Alba”. 

Éste fue realizado por Teresita Ricotti, la hermana de Alba, quien desde enero encabezó incansablemente el pedido de justicia por la bioquímica. 

El cielo gris, los truenos esporádicos y una tenue llueve caracterizaron la mañana, acompañando las emociones que la familia de la víctima atravesó durante toda la jornada. 

Cabe destacar que la querella a cargo de Rudy Pérez, abogado parte del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, fue ejercida de manera gratuita. 

En este sentido, el letrado pidió en sus alegatos cadena perpetua para Acevedo. Se basó no sólo en las testimoniales presentadas por su parte, sino además en la pericia realizada a la hija de Alba. 

La menor fue la principal testigo, ya que presenció los hechos. El ataque a Alba sucedió en su domicilio y la víctima estuvo internada varios días en el hospital, por las graves consecuencias físicas de las quemaduras que le propició el femicida. 

Existen también videos de la internación de Alba, en la que se la puede observar pidiendo que la salven, ya que ella quería vivir. 

Es importante remarcar esta última cuestión, debido a que la defensa intentó revictimizar a la bioquímica, culpándola de las quemaduras que sufrió. 

Acevedo era representado por el defensor oficial José Nicolás Báez, quien presentó una serie de testigxs que también revictimizaron a Alba en el mismo sentido. 

Estas testimoniales que trascendieron a algunos medios de comunicación y fueron publicadas, afectaron muchísimo a la familia de la víctima y específicamente, a la hija de Alba. 

Por su parte, la Fiscalía a cargo de Lucrecia Troia Quirch pidió también la prisión perpetua, basándose en pruebas similares a las de la querella. 

Culpable

A las 10:50 horas el Tribunal informó que pasaría a deliberar y que en media hora estaría el veredicto. En la puerta del edificio judicial la familia de Acevedo agredía verbal y gestualmente a quienes se concentraron para acompañar a la familia de Alba. 

Para ese momento lxs presentes ya superaban las cien personas, quienes soportaron las inclemencias climáticas entendiendo la importancia de acompañar el pedido de justicia.

Dentro del Tribunal, en el pasillo que lleva a la sala de audiencias en la planta baja del edificio, Acevedo esperaba en una especie de celda armada en el lugar para quienes llegan a juicios ya privados de su libertad. 

Alrededor treinta efectivos de las distintas fuerzas de seguridad del Servicio Penitenciario custodiaban al femicida y monitoreaban que el proceso transcurra en normalidad. 

Recién alrededor del mediodía, media hora después de lo estipulado por el Tribunal, ingresó Acevedo a la sala, fuertemente custodiado y un par de minutos después, lo hizo el cuerpo legal. 

Cabe destacar que en el ala derecha de la sala se ubicó la familia de Alba, mientras que del lado izquierdo la familia del femicida. En medio y a modo de cordón, se ubicó la policía. 

El juez Cochia le informó a Acevedo que había sido condenado a perpetua, entendiendo que el principal testimonio fue el de su hija, quien en Cámara Gesell relató cómo se sucedieron los hechos los últimos días de enero. 

Tras conocer la sentencia la familia del ahora condenado se abalanzó sobre el ala derecha, intentando agredir físicamente a la familia de Alba. 

Tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad y una familiar estaba muy enervada, al punto de que el policía designado a la sala tuvo que pedir a los gritos que la saquen, porque fue la única que irrumpió con la normalidad de lectura de la sentencia. 

Cuando la retiraron del lugar, recién fue sacado el femicida por personal del Servicio Penitenciario de la sala de audiencias, quien primero tenía una actitud de abatido y se fue con una mirada amenazante a la fiscal. 

Cuando el ahora condenado era retirado por el pasillo hacia la calle, familiares de Alba presentes allí, aplaudían mientras el femicida pasaba, en un acto de manifestar su alegría con la sentencia contra Acevedo. 

Al salir Teresita del Tribunal junto a su querellante, presentes afuera del TOP estallaron en aplausos y gritos de alegría. 

La hermana de Alba agradeció a su abogado, a la fiscal y a quienes la acompañaron incansablemente durante todo el proceso. 

“Le voy a llevar las flores más lindas a mi hermana en su nombre”, dijo Teresita antes de despedirse de organizaciones sociales y feministas.