Tanto la pobreza como la indigencia disminuyeron en la ciudad de Corrientes en el primer semestre del 2023, a comparación de cómo cerró el año pasado. Así lo marcó la medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

La pobreza en la Capital provincial finalizado el mes de junio alcanzó al 28,3% de los hogares y al 36,4% de las personas. Mientras que la indigencia fue del 6,8% de los hogares y el 7,6% de las personas.

El año pasado, el 45,2% de su población correntina había terminado bajo la línea de pobreza y 9,4% en la indigencia.

A nivel nacional, ambos indicadores registraron un importante aumento. El 29,6% de los hogares y el 40,1% de las personas en Argentina son pobres; mientras que el 6,8% de los hogares y 9,3% de las personas son indigentes.

El 2022 había terminado con los siguientes indicadores en todo el país: 29,6% de hogares y 39,2 de personas pobres; y 6,2% de hogares y 8,1% de personas indigentes.

Estos números fueron tomados previos a la brusca devaluación del 22% llevada adelante por el Gobierno nacional en el mes de agosto, luego de los resultados de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso).

Esa devaluación tuvo un traslado inmediato a precios, lo que llevó a una inflación récord en el mes de agosto del 12,4%. Que en el caso de alimentos fue muy superior y llegó al 15,6%.

En el Noreste, región que integran Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones, la inflación general fue la más alta del país, trepando al 14,7%. En cuanto a los alimentos, la variación también fue superior y alcanzó el 17,6%.

Se espera que en septiembre el Índice de Precios al Consumidor vuelva a tener una variación de dos dígitos. Por lo que esta espiral inflacionaria tendrá como consecuencia la caída de más personas a la pobreza e indigencia.