El equipo económico argentino alcanzó un acuerdo puente con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el cual recibirá un desembolso de 4.700 millones de dólares.

"Será para pagar los vencimientos de capital ocurridos en diciembre que, para hacerlo tuvimos que pedirle plata a la CAF, (más) el vencimiento de enero y el que va a venir en abril”, detalló el ministro de Economía, Luís “Toto” Caputo.

Tanto Caputo, como el FMI, destacaron la importancia que se apruebe la Ley Ómnibus que se debate en el Congreso Nacional, que incluye, entre otras cosas, la toma de deudas sin límites por parte del Poder Ejecutivo sin la necesaria autorización de ambas Cámaras Legislativas.

Vale recordar que Caputo fue el que tomó el crédito original con el FMI por 45.000 millones de dólares en el año 2018; y que endeudó al país con acreedores privados por 100 años. Ahora va por nuevos endeudamientos.

El FMI adelantó que, para continuar asistiendo a la Argentina, ya le exigió al equipo económico un superávit primario del 2% del PIB este año.

Que incluirá reducciones de los costos administrativos, los subsidios a la energía y el transporte, transferencias discrecionales a provincias y empresas estatales y gastos en infraestructura de menor prioridad.

Además, exigió la no intervención en el mercado cambiario del dólar futuro y los dólares financieros.

Fiel a su costumbre, Caputo, con el asesoramiento de Federico Sturzenegger, ya le ofreció a los bancos privados un megacanje de la deuda en pesos del Tesoro por 57 billones, lo que equivalen a 71.000 millones de dólares.

El ministro de Economía ya se reunió con representantes de las entidades financieras para abrir las puertas de un megacanje de títulos en pesos con el objetivo de pasar los bonos con vencimiento en 2024 para el siguiente año.

Sturzenegger fue el mentor del megacanje y blindaje de principios del 2001, que fue la antesala a la incautación de los ahorros bancarios vía el corralito y al estallido social del 19 y 20 de diciembre.

Asimismo, en los últimos días se conoció que, a través de otro Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el Tesoro de la Nación le obligó al Banco Central a emitir una letra intransferible a cambio de 3.200 millones de dólares para hacer frente a los pagos con el FMI (2000 millones) y otros acreedores privados (1500 millones).

Finalmente, el Banco Central anunció la tercera licitación para este jueves y viernes del Bopreal, el bono con el cual pretende canjear la deuda comercial que los importadores mantienen con bancos del extranjero y casas matrices.