Luego de cuatro días de paro, la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) llegó a un acuerdo con las empresas que prestan el servicio de transporte público y los colectivos volvieron a circular en la ciudad de Corrientes.

Según informó el gremio, las empresas reconocieron la escala salarial que le corresponde a los choferes, y eso logró que se resuelva el conflicto. El servicio se comenzó a normalizar durante la tarde del lunes.

El paro solo fue acatado por los chóferes de la empresa Ersa, que concentra más del 80% de las líneas de colectivos. En tanto, los trabajadores de Miramar no acataron la medida de fuerza y las líneas 110 y 101 circularon con normalidad desde el viernes a la mañana.

Tanto empresas como la UTA culparon a la quita de los subsidios nacionales, que decretó el Gobierno de Javier Milei, como la causante de la crisis que atraviesa el sector.

Lo concreto es que más de 120.000 usuarios se vieron afectados por el paro en la ciudad de Corrientes, y tuvieron que caminar largas cuadras para tomar el 110 o 101 más cercano que tenían; o pagar sumas considerables en remis o uber, para llegar a sus lugares de trabajo o estudio.

Este nuevo paro prolongado se produjo días después que las empresas hayan decidido que los colectivos dejen de circular a las 22 horas, y que durante el día, lo hagan con frecuencia reducida.

La medida de fuerza también se dio en el marco de un boleto, cuyo valor trepó a los 690 pesos. Ubicando a la ciudad de Corrientes entre las capitales del país con la tarifa plana más cara.