Un tren con un cargamento de más de 400.000 litros de cloruro de vinilo descarriló en el estado de Ohio, en Estados Unidos; derramando el químico y contaminando suelo, aire y agua. Se trata de una catástrofe ambiental de grandes dimensiones.

El cloruro de vinilo es un material altamente tóxico, declarado cancerígeno. Es un tipo de químico inflamable utilizado en la fabricación de PVC.

El hecho ocurrió el 3 de febrero, pero recién trascendió en redes sociales y algunos medios de comunicación se hicieron eco, luego de varias denuncias de periodistas por censura y hasta arrestos a quienes quisieron cubrir los eventos.

Miles de personas debieron ser evacuadas de la ciudad de East Palestine, la pequeña ciudad de 5.000 habitantes donde ocurrió al accidente.

El Gobierno de Estados Unidos y la empresa privada a cargo del tren decidieron quemar los químicos derramados. Lo que provocó una humarada tóxica que está afectando a las personas y animales que viven cerca de la región.

Especialistas estiman un radio de 50 km2 seriamente afectado por el derramamiento del químico. El Departamento de Servicios de Salud de Winsconsin sostuvo que “los estudios en humanos y animales muestran tasas más altas de cáncer de hígado, pulmón y varios otros tipos de cáncer" a quienes se exponen a esta sustancia.

“La exposición al cloruro de vinilo puede afectar el hígado, los riñones, los pulmones, el bazo, el sistema nervioso y la sangre de una persona. Las personas expuestas a niveles extremadamente altos pueden tener un mayor riesgo de aborto espontáneo y defectos de nacimiento. Se han producido daños en los órganos productores de esperma masculinos en animales de laboratorio”, concluyó el informe.

También se estima que hubo cientos de animales muertos por intoxicación en las zonas cercanas: desde peces y ranas en los arroyos locales, hasta mascotas en las casas de quienes volvieron.