La vicepresidenta, Victoria Villarruel, y el embajador norteamericano en Argentina, Marc Stanley, le dieron la bienvenida al buque de Estados Unidos Cutter James, que desde el lunes está en el país.

El barco perteneciente a la Guardia Costera estadounidense realizará ejercicios conjuntos en el Mar Argentino con sus pares de la Prefectura Nacional, violando la Ley nacional 25.880.

Dicha norma obliga a la autorización del Congreso de la Nación para el ingreso de personal militar extranjero a suelo argentino.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se justificó que “no se trata de un buque militar, sino de guardia costera, por lo que no requiere autorización del Congreso”.

No obstante, la Ley 25.880 dice que la disposición también abarca a los elementos de las instituciones de países extranjeros cuyas misiones fueran similares a los de las fuerzas de seguridad del Estado nacional”.

Esta situación reafirma nuevamente el alineamiento internacional del Gobierno de Javier Milei con Estados Unidos, en su disputa geopolítica con China. 

La errática política nacional de la Administración nacional enfrenta al país asiático, que es el principal socio económico de Argentina. También mantiene rispideces con otro aliado comercial, como lo es Brasil. 

También involucró a Argentina en dos conflictos bélicos: el de Rusia con Ucrania; aliándose con el país gobernado por Volodímir Zelenski. Y el alineamiento con Israel en la masacre que está llevando adelante en la Franja de Gaza contra el pueblo palestino.