HISTORIA
Mayo del 69, Corrientes y Tosco: los azos de la unión obrero estudiantil
La antesala del cordobazo fue el correntinazo del 69 que tuvo una característica muy particular de las luchas populares del año, la unión obrero – estudiantil. A 49 años de la muerte de Agustín Tosco se hace necesario rescatar esa parte de la historia.
Un día como hoy hace 49 años el pueblo de Córdoba despedía a Agustín Tosco con una masiva movilización de mas de 20.000 cordobeses en un contexto de amenazas por parte de la Triple A y de los interventores de Córdoba, quienes durante un año habían perseguido a Agustín Tosco obligándolo a vivir en la clandestinidad.
La movilización quedó finalmente marcada por los disparos de grupos paramilitares apostados en techos cercanos al cementerio, aunque no evitó que el pueblo lo trasladara al panteón de Union Eléctrica, donde sus restos permanecen hasta hoy.
Hacia comienzos de 1969 era evidente que los supuestos “éxitos” de la dictadura de Onganía no eran tales: congelamiento de salarios y de los convenios colectivos, también había quejas por parte de un amplio abanico de pequeños, medianos y hasta algunos grandes empresarios nacionales y, sobre todo, los grandes propietarios del campo.
Así, todo comenzó aquel mayo de 1969 con la protesta universitaria en Corrientes. Los estudiantes de la Universidad Nacional del Nordeste se manifestaban en las calles contra el alza de los precios y contra la privatización del comedor estudiantil. En la represión, fue asesinado el estudiante de medicina Juan José Cabral. Las marchas de protesta no se hicieron esperar. Pero en Rosario, encuentran también la fatal reacción estatal. Allí es muerto alevosamente el estudiante de Económicas, Ramón Bello. No serán las únicas víctimas fatales de aquellos días.
A mediados de mayo, los obreros en protesta por la quita de algunos beneficios se lanzan a la lucha. Los acompañan los estudiantes, cuya universidad es cerrada. Córdoba era por entonces uno de los epicentros más radicales del sindicalismo nacional. No sólo por los sindicatos clasistas de las importantes automotrices. También por la radicalizada posición de figuras como Agustín Tosco y de los hombres de la CGT.
Así, el 29 de mayo, el movimiento obrero cordobés se une para realizar una huelga general. Con aquellas memorables jornadas de lucha popular la misión suprema de la “Revolución Argentina”, que había derrocado a Arturo Illia en 1966, había fracasado espectacularmente: el “orden” y la tan mentada “paz social” se estrellaban contra una realidad bien distinta a la esperada. Aquel régimen militar estaba herido de muerte.
"El rol de la clase obrera no es participar como socio menor en las esferas del poder de la oligarquía y de la reacción, sino impulsar las transformaciones revolucionarias que cambien en profundidad este sistema de opresión, de explotación y miseria. El papel de la clase obrera es ser vanguardia organizada y combativa de los demás sectores populares para lograr la liberación nacional y social", Agustín Tosco.