Según un informe realizado por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), en el primer semestre del 2024, cerraron más de 10.000 Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) en Argentina.

Este resultado se obtuvo a través de la recopilación de números recaudados que fueron publicados por el Indec; los datos aportados por la Secretaría de Trabajo de los despidos en el sector privado; del Banco Central (BCRA) que publicó el detalle de 350.000 cuenta sueldos menos y la información de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). 

La industria manufacturera, junto a la construcción, fue uno de los sectores más golpeados por la crisis económica que se verifica en el achicamiento del PBI.

El Gobierno de Javier Milei “está destruyendo 50 pymes por día en la Argentina sin plan ni rumbo económico que genere certidumbre sobre el clima de negocios para poder desarrollar nuestra actividad económica en paz”, manifiesta el comunicado de ENAC.

Añadieron que, merced a “la recesión ordenada por Milei y ejecutada por Luis Caputo, Argentina pasó de ser un país que creaba 8.600 empresas por año a uno que “destruye su equivalente en la mitad de tiempo”.

En el mismo contexto de recesión, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), informó que las ventas minoristas pymes retrocedieron 21,9% anual en junio, a precios constantes, y acumulan una caída de 17,2% en el primer semestre del año. 

En la comparación mensual desestacionalizada, tuvieron un pequeño repunte del 1,2%, luego de la brusca caída de los meses previos.

De acuerdo al informe realizado por CAME, “la gente compra menos cantidades, muy selectivamente, se remite a los productos necesarios, cambia primeras marcas por segundas y terceras, y aprovecha las ofertas en todo lo posible. 

“La opinión general de los comercios consultados es que se está atravesando una situación crítica, con precios más estables, pero con la situación financieramente muy delicada”, indicaron.