La deuda externa del sector privado totalizó al tercer trimestre los 91.364 millones de dólares, registrando una suba de 7.128 millones para el período abril-junio, explicada por el incremento de la deuda comercial ya que la deuda financiera mostró cancelaciones netas en el tercer trimestre. En ese sentido, uno de los rubros que más impactó fue el aumento de la deuda derivada del Programa de Incremento Exportador (dólar sojero) que se aplicó en septiembre, de acuerdo con el último informe del Banco Central.

En ese programa, para acelerar la liquidación del sector, se estableció un tipo de cambio de 200 pesos por cada dólar para las exportaciones de soja y sus derivados, con vigencia hasta el 30 de septiembre del 2022. Este martes las empresas se reúnen con el equipo económico para conseguir beneficios impositivos que les compense los menores rindes que les está provocando la sequía.

“En este contexto, la deuda externa por exportaciones de bienes del sector Elaboración de productos alimenticios, en donde se encuentran las empresas dedicadas a la comercialización de oleaginosas y cereales, se incrementó 3.853 millones de dólares con respecto al trimestre previo y 3.485 millones comparado con el mismo periodo del 2021”, detalla el Central. En total son 7.039 millones al 30 de septiembre último y alcanzando el valor máximo observado desde el inicio de la serie.

“Cabe destacar -añade el BCRA- que la deuda de exportaciones del sector se encuentra concentrada en pocas empresas, ya que las primeras diez explicaron el 82% del crecimiento de la deuda por exportaciones bienes del tercer trimestre (estas mismas empresas concentraban el 56% del stock de la deuda por exportaciones bienes). Cabe señalar que el 47% de esas deudas son entre filiales de las mismas empresas", agrega el organismo.

El beneficio del dólar sojero quedó en manos de apenas diez gigantes cerealeras, las cuales capturaron el 91% de las 13,3 millones de toneladas de granos vendidos bajo el esquema de tipo de cambio diferencial a 200 pesos. Si bien hubo una mejora en el precio para los productores, más atomizados, el grueso del negocio exportador se mantuvo bajo el monopolio de las mismas firmas de siempre (la canadiense Viterra, las estadounidenses Cargill y Bunge, la local Aceitera General Deheza, la francesa Louis-Dreyfus y la china Cofco).

“Las empresas del sector se financiaron en el trimestre en un 56% a través de prefinanciaciones otorgadas por entidades financieras del exterior, totalizando un stock de prefinanciaciones de 3.933 millones de dólares. El 44% del financiamiento restante fue otorgado en forma de anticipos comerciales de clientes”, detalló el informe. Además, las nuevas prefinanciaciones del exterior se pactaron a una tasa promedio de 5,18% anual, mientras que los anticipos comerciales de clientes, en su mayoría, no pagaron tasa de interés.

Esta decena de empresas  cuenta con espalda financiera para aguantar una pulseada contra el Gobierno para liquidar su cosecha, a diferencia del pequeño productor, por lo que era esperable que concentraran el grueso de la liquidación, sumando 12,1 millones de toneladas, según las cifras de la Bolsa de Cereales de Rosario.

La primera versión del dólar sojero, vigente durante 20 días de septiembre, finalizó con un volumen de ventas de 13,3 millones de toneladas, equivalente a una liquidación (aunque restan todavía cerrar algunos contratos) de 8.120 millones de dólares entre las operaciones a la industria local y los registros de ventas externas del complejo soja.

El primer ranking de compras al complejo oleaginoso lo encabeza Viterra (2.743.329 toneladas), Cargill (1.799.548 toneladas), Aceitera General Deheza (1.600.134 toneladas), Bunge (1.271.112 toneladas), LDC (1.248.250 toneladas), Molinos Agro (1.002.300 toneladas), COFCO (968.000 toneladas), ACA (597.8555 toneladas), Amaggi (519.500 toneladas) y ADM Agro (357.000 toneladas).

Cristián Carrillo / El Destape