Ante la caída del Credit Suisse, se produjo una nueva turbulencia en el mercado bursátil que tuvo sus consecuencias en Argentina, con caída de acciones y bonos; subas de los dólares financieros y del blue. Además, el Banco Central se sigue desprendiendo de reservas y el Riesgo País anotó un nuevo máximo en tres meses.

Los bonos y las acciones argentinas se desplomaron hasta más del 10% este miércoles, en medio de la crisis financiera global por las quiebras de bancos y un día después que se conociera el dato de inflación del 6,6% mensual en febrero.

En el acumulado de la última semana, los bonos bajan 10% en promedio, a la vez que retroceden hasta 15% en el último mes. Así, el riesgo país medido por el JPMorgan se disparaba 74 unidades, a 2.397 puntos básicos, el nivel más alto desde finales de noviembre último.

El Banco Central se desprendió este miércoles de 87 millones de dólares, y sumó así ocho jornadas consecutivas de ventas. El martes, finalizó el día con un saldo negativo de u$s145 millones, el monto más importante desde mediados de febrero. De este modo, en lo que va de la semana ya perdió u$s319 millones.

El dólar oficial subió 26 centavos y operó a $209,62 para la venta según el promedio de los principales bancos del sistema financiero, según reportó Ámbito. El dólar blue subió $2 y cerró a $379 para la venta.

El dólar Qatar -que incluye un 30% del impuesto PAÍS, un 45% deducible del Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales, y una nueva percepción del 25% a cuenta de Bienes Personales- subió 52 centavos y cotizó a $419,24.

El dólar contado con liqui (CCL) rebotó $4,44 (+1,1%) hasta los $395,91. Así, la brecha con el tipo de cambio mayorista llegó al 95,5%. Durante el lunes tocó un nuevo récord intradiario nominal de $400,41.

El dólar MEP o Bolsa repuntó $5,51 (+1,5%) a $383,27, tras tocar durante la jornada los $386,28, su máximo nominal intradiario. En consecuencia, el spread con el oficial se ubicó en el 89,2%.

Este lunes las acciones de Credit Suisse, que cotizan en Estados Unidos, cayeron a un mínimo histórico, después de que el mayor inversor en el banco dijo que no podía proporcionarle más financiación, iniciando una caída de los títulos de prestamistas europeos y presionando también a los bancos estadounidenses.