Un joven 33 años fue encontrado en una celda sin vida y ahorcado en el Complejo Carcelario N°1 ubicado en el barrio Laguna Brava de la ciudad de Corrientes. Lo encontraron sus compañeros de pabellón quienes alertaron a la guardia. 

Ya son varios los  casos similares en esta cárcel que con dos años de funcionamiento  ya tiene una superpoblación que supera el 10 % ( tiene capacidad para 700 y alberga casi 800) con un régimen mucho más  represivo y estricto que el viejo penal N°1 de la bajada del puente. 

Los presos denuncian "verdugueo" a las visitas, malos tratos,  estancamiento en el régimen de progresividad, castigos que entrañan aislamiento de 23 horas al día, falta de colchones, colapso en instalación sanitaria, mala calidad del agua y la comida, sistemáticos cortes de luz, retaceo del envío de reclamos al juzgado, falta de profesionales médicos y en especial del área de la salud mental, y un maltrato psicológico permanente.

Desde los organismos de Derechos Humanos explicaron que "esta muerte debe investigarse como  muerte dudosa, al igual que toda muerte bajo custodia, con aplicación estricta del protocolo de Minnesota e investigación directa y exhaustiva por parte del Ministerio Público Fiscal". 

"Deben investigarse las condiciones de alojamiento y trato, la revisión de las condiciones que pudieron  inducir a esta trágica decisión, si es que se descarta la intervención directa de terceros", añadieron. 

"Toda muerte en contextos de encierro  es responsabilidad del Estado", completaron en un comunicado.