CRIMEN DE ODIO

Los travesticidios de Mara y Belén: la crudeza del trans odio en Corrientes

Belén Chiara falleció en un hospital después de haber recibido una golpiza. Mara Rodríguez sufrió un paro cardiorrespiratorio, fue encontrada en la calle y hecha noticia su muerte con una identidad que no le correspondía. Ambos casos fueron travesticidios.

Liz observando el mural que identifica al barrial de La Vizcacha. Todo el registro de Jere Giordano

Otra vez un rumor alarmaba sobre la muerte de una de las compañeras en el Centro barrial para las disidencias en el Vizcacha. Era la internación en terapia intensiva de Belén Chiara “Lelu”.  Y luego la muerte de ella, el 29 de enero,  llegaba ya como certeza a Liz Alcaraz, una de las referentes. 

Con una identidad diferente también llegaba la duda de la muerte de Mara Rodríguez. Los medios de comunicación titulaban y escribían que el 6 de febrero la policía había encontrado a un hombre muerto de un paro cardiorrespiratorio. En realidad se trataba de Mara, y lo dice así su DNI femenino, otra mujer trans correntina. 

El centro barrial Vientos de Libertad en La Vizcacha para disidencias realiza procesos de tratamientos ambulatorios para la problemática de consumo y adicciones, y durante las fechas de las fiestas se corta un poco la comunicación y asistencia que realizan junto a las compañeras. Fue un poco antes del 29 de enero que reciben la noticia de la internación de “Lelu” y ese 29 la noticia de la muerte. No pudieron acercarse ni a la familia.

Belén Chiara, “Lelu”, como le decían sus compañeras, comenzó a ir al espacio en el año 2020. Se acercaba por ayuda con problemas de consumo a lo que, en ese momento, era el Hormiguero detrás de la terminal, luego el barrial se trasladaría a donde está ahora, Av. Santa Rosa y Necochea. 

Lugar al que Belén supo darle vida con sus plantas, las cuales hoy sus compañeras cuidan mucho más. Aunque admiten no tener la paciencia y capacidad que tenia ella. “Lelu era muy solidaria acá en el barrial, compartía y era muy respetuosa. Nos dolió mucho su pérdida porque además era muy joven. Tenía 24 años”,  comenta Liz.

“Desde ese año intentamos brindarle un espacio de escucha, que se realice chequeos médicos, todos los derechos que, de alguna forma, les fueron vulnerados durante  tantos años. Después nostras nos mudamos acá al Vizcacha (Av. Santa Rosa y Necochea) y comenzó a venir acá”, explica Liz.    

“Lelu estaba en tratamiento de VIH, convivía en un contexto de problemas de consumo donde no podía llevar bien su situación de salud y no tenía los recursos tampoco. Además recibe una golpiza que la ocultan, todo eso hace que sea un travesticidio social”, define Liz. Hubo un abandono por parte del Estado y también del contexto donde vivía porque el pensamiento general es que la vida de una trava o una persona trans no importa.

Lo más importante que hace Vientos de Libertad es brindar un espacio de contención, un espacio donde escuchan, contienen, y acompañan. Pero la verdad es que el acompañamiento es que se cumplan las leyes y las políticas para la comunidad travesti - trans, que las instituciones pongan las herramientas al servicio.

En el barrial de la disidencia en el Vizcacha miran el mural que las representa como mirando un futuro soñado así entre colores de la comunidad travesti – trans. Como si ese mural, si esos colores fueran un futuro con políticas públicas que se cumplan y con menos muertes de personas jóvenes con mucho para aportar.  

Según el Informe dela Federación Argentina LGBT en el año 2023 aumentaron los crímenes de odio contra la comunidad y ese mismo año se registraron 118 agresiones a mujeres trans.  

A los 8 días de la muerte de Belén, el 6 de febrero, Liz y sus compañeras vuelven a enterarse de otra muerte. Fue una nota de un medio de comunicación:“nos costó saber que era ella porque habían difundido su muerte con una identidad que no le correspondía”.  

El cuerpo de Mara Rodriguez fue encontrado en la calle, en la esquina de Valerio Bonastre y La Pampa. Los medios de comunicación no solo vulneraron el derecho de su identidad sino que informaron que se trataba de un hombre y que se encontraba en situación de calle.

Mara era una paciente de salud de mental del Hospital San Francisco y también se encontraba en tratamiento paralelo por consumo con el Centro barrial de La Vizcacha. “El paro cardiorrespiratorio que tuvo no fue porque si no más. Creemos que alguien le dio algo para consumir sin ningún tipo de responsabilidad y se dio a la fuga. Alguien estaba con ella”, se lamenta Liz. Otra vez es un abandono social y del Estado lo que sucedió.

El futuro que venían construyendo con el avance en algunas políticas como La Ley de Identidad de Género se ve desplomado con esté gobierno que vuelve a re victimizar a la comunidad con el cuestionamiento, de si todo lo que se hizo, está bien o está mal. “Están haciendo todo lo posible para desmejorar la calidad  de vida de las compañeras y no tiene cuenta que lo más mínimo salva vidas y también las termina”.

Cabe recordar que hace poco fue la Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista en contra del gobierno y los dichos de Javier Milei sobre la comunidad, en Corrientes la marcha fue multitudinaria y con muchas de éstas militantes a la cabeza.  Lo cierto es que en este 2025, de comienzo, hubo dos crímenes de odio a nivel nacional muy conocidos.

A una lesbiana la apuñalaron 7 veces por ser lesbiana en Orán,Salta; a una familia lesbiana de Cañuelas le prendieron fuego la casa después de meses de acoso por ser lesbianas y a una lesbiana que caminaba de la mano con su pareja le rompieron la nariz yla dejaron inconsciente por ser lesbiana

Las militantes travestis –trans de la Vizcacha van a discutir el futuro éste viernes conmemorando a sus dos compañeras y también van a pensar nuevas estrategias para seguir trabajando en comunidad la continuidad de los acompañamientos. Ya no quieren que los espacios que habitan lleven el nombre de una compañera muerta.

Mara y Belén eran parte de la comunidad del barrial. Pero además eran parte de un trabajo humano y político a futuro. Eran ese futuro que Liz mira con obsesión y mucho trabajo casi como queriendo todo ya pero dándole el tiempo necesario, incluso, a escuchar a las compañeras y acompañandolas en su proyecto de vida. En el barrial se ofrecen, al menos, los bosquejos de una vida en comunidad con respeto y disciplina, se los ve en los carteles de la convivencia incluso.  

“Antes de éste gobierno hubo acceso a algunos derechos pero desde siempre notamos que les cuesta o no quieren trabajar con lo diferentes, con nosotras. Esta muy marcada la idea esa de que nostras queremos privilegios, muchas compañeras no saben lo que es tener un trabajo, y el trabajo no es un privilegio”, profundiza Liz.

El barrial está abierto de lunes a viernes, de 8 a 5 de la tarde, y ahí se van desarrollando diferentes talleres y actividades. “El año pasado trabajamos mucho la prevención de las enfermedades de transmisión sexual”. Es un espacio de contención donde además pueden comer y convivir con otras personas. 

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