A poco más de dos meses de las elecciones provinciales, Corrientes vive un clima político enrarecido. El 31 de agosto se elegirá gobernador, vice, legisladores, intendentes y concejales en toda la provincia, pero las candidaturas aún no están del todo definidas y las alianzas se negocian con discreción, lejos del debate público o del fervor electoral.

En el oficialismo de Vamos Corrientes, liderado por la UCR, crecen las tensiones internas. La posible candidatura de Juan Pablo Valdés, intendente de Ituzaingó y hermano del gobernador Gustavo Valdés, genera resistencias dentro del radicalismo y entre los partidos aliados. Ya hubo rupturas: el partido ELI, conducido por Pedro Cassani, se alejó del oficialismo, al igual que sectores del Partido Liberal y del Partido Autonomista.

Las internas en la propia UCR también están a flor de piel. Un sector impulsa al intendente capitalino Eduardo Tassano. Por su parte Ricardo Colombi, junto al exvicegobernador Gustavo Canteros, trabaja en un armado propio, por fuera del control de Valdés. Este lunes se realizó la convención provincial de la UCR, pero no hubo definiciones concretas: no se cerró el marco de alianzas ni se anunció quién será el candidato a gobernador del radicalismo.

En la oposición, el Partido Justicialista confirmó la candidatura del intendente de Paso de los Libres, Martín “Tincho” Ascua, quien intentará liderar un frente capaz de disputar el poder provincial. Sin embargo, sectores del PJ aun intentan un  acuerdo con Colombi, la fragmentación del espacio opositor podría dejarlos fuera de un eventual balotaje y favorecer tanto al oficialismo como a otros espacios emergentes.

Uno de esos espacios es La Libertad Avanza, que ya definió que irá con candidato propio. El nombre que suena con más fuerza es el del diputado nacional Lisandro Almirón, quien intentará capitalizar el voto de derecha ante la dispersión de las fuerzas tradicionales.

También gana terreno un frente de izquierda conformado por Convocatoria Popular, el Partido Comunista, el movimiento social Somos Barrios de Pie y sectores sindicales y sociales. Este espacio buscará captar el voto histórico de izquierda en Corrientes y posicionarse como alternativa ante el nuevo esquema político que emerja tras los comicios.

El cierre de alianzas del 30 de junio será decisivo para ordenar (o complicar aún más) el tablero político. Por ahora, Corrientes transita semanas clave con más rosca que calle, y con una ciudadanía todavía ajena a un proceso que definirá el rumbo político de los próximos años.