Dos de los casos de Abuso Sexual Infantil (ASI) que más conmueven a la sociedad y a especialistas formados en perspectiva, son el de la Niña Fuerza y el del Niño Rayo. En este sentido, en una forma de grito de justicia pero como lo haría una infancia, el pasado lunes se realizó un abrazo simbólico a la Cámara de Apelaciones. 

Estuvieron presentes integrantes del Colectivo Yo Sí Te Creo Corrientes, La Rebelión de la Infancia, el Foro de Infancia Robada y la ciudadanía indignada con el caso y que acompaña a la familia sobreviviente. 

El caso de la Niña Fuerza se encuentra bajo expediente  239559/21 en el Juzgado de Instrucción N°1, a cargo de la jueza Norma Agrasso. 

En éste está denunciado por ASI el progenitor de la Niña Fuerza, Joaquín Santiago Gómez, antropólogo y profesor universitario.

A principios de agosto la jueza dictó la falta de mérito en la causa, no sólo poniendo en duda el relato de la menor, sino también desamparando a la familia sobreviviente, sobre todo a la madre protectora. 

Sucede que la madre debió utilizar botón antipánico y contar con perimetrales al momento en el que denunció a Gómez. 

Él no sólo violó las perimetrales impuestas, cuestión que le valió la detención un par de semanas bajo orden de la fiscal Sonia Meza, sino que además se encuentra en libertad. Se cree que habría vuelto a Buenos Aires. 

Los hechos denunciados habrían ocurrido en el interior provincial, y una de las artistas más graves que se desprenden del testimonio de la menor, sería el hecho de que habrían más personas que la habrían violentado, ya que habría sido su padre el mediador.

En el lugar en el que habrían desarrollado parte de los hechos, también la Niña Fuerza habría visto a otras menores siendo violentadas por diferentes personas al igual que ella. 

Este es uno de los testimonios que constaría en sus declaraciones y que jamás deberían de publicarse, pero entendiendo la desprotección judicial es necesario. 

De esta forma, el abrazo representa la toma de confianza por parte de la familia sobreviviente con la institución judicial. Esto, debido a que tanto la madre protectora como la abuela de la menor, fueron recibidas por los jueces, quienes tomaron conocimiento de la situación de la causa y de la niña. 

El lento transitar judicial, la desprotección a la familia sobreviviente, el descreimiento al relato del menor y el tener que confiar una y otra vez en la Justicia son puntos que tienen en común el caso de la Niña Fuerza y el Niño Rayo. 

Tras el abrazo simbólico parte de lxs presentes se trasladaron hasta la Fiscalía, para preguntar justamente el estado de situación de la causa del Niño Rayo. 

Vocerxs del Colectivo Yo Si Te Creo Corrientes, en nombre de la familia querellante, explicaron que la causa debe volver a primera instancia para que el denunciado atraviese los justos procesos judiciales. 

Cabe destacar que en la causa bajo expediente n° 174366/17, a cargo del Juzgado de Instrucción n*5, se encuentra la denuncia contra el psicólogo infantil Gustavo Marcolli, por aparente ASI a un menor de entonces cinco años. 

Desde hace más de seis años la familia querellante vive en la lenta espera de las respuestas judiciales y decenas de negativas. 

En este caso, al igual que en el de la Niña Fuerza, habría cientos de pruebas contundentes. Las más importantes claramente, el relato de sobrevivientes y los dibujos realizados por éstxs. 

Dos casos que la ciudadanía debería seguir de cerca y empatizar con las familias sobrevivientes, ya que si la Justicia no protege a las infancias primero, ¿cómo puede proteger al resto de la sociedad?