ENTREVISTA

Erika Maura, mamá de Kevin Candia: “justicia hubiera sido que no esté preso”

Erika Maura, volvió a exigir justicia por su hijo, Kevin Candia, al cumplirse tres años de su asesinato. Además, reveló la injusta manera en que fue privado de su libertad .

En una entrevista con Nueva Mirada, Erika Maura, volvió a exigir justicia por su hijo, Kevin Candia, al cumplirse tres años de su asesinato. El hacho ocurrió el 21 de abril de 2020, en medio de una represión del Servicio Penitenciario en la Unidad Penal N°1. 

Erika reveló la injusta manera en que Kevin fue privado de su libertad siendo un joven que padecía una patología psicosocial.

El asesinato de Kevin se dio cuando los privados de libertad se encontraban pidiendo buenas condiciones higiénicas y habitables en la unidad, aún no hay procesados ni detenidos. Todo esto fue en el contexto de que la provincia de Corrientes tenía su primera ola de contagios de Covid en la misma unidad carcelaria.

En el caso de Kevin Candia se pueden observar varios problemas que tiene el sistema carcelario de Corrientes y la construcción social que hay sobre quienes son privados de la libertad en la provincia: la población carcelaria correntina, según estudios de la Red de Derechos Humanos y el Observatorio de Conflictos Sociales del NEA, es en su mayoría de las clases sociales pobres; hay una construcción simbólica y discursiva de criminalización de esa pobreza; y ya son varios los casos de jóvenes asesinados en las cárceles sobre los cuales se construyen discursos, desde los estratos políticos, de que fueron a causa de enfrentamientos entre presos o más bien suicidios. En Corrientes el Estado mismo es uno de los mayores responsables de las muertes en las unidades carcelarias. 

Nueva Mirada - ¿Desde el asesinato hasta hoy cómo sigue el pedido de justicia por Kevin?

Erika Maura -Nosotros seguimos pidiendo justicia como el primer día, desde el primer momento que me enteré de la muerte de Kevin salí a la calle. Cuando los del servicio penitenciario llegaron a informarme ya estaba en la calle. Además desde que vi las imágenes de Kevin que se hicieron virales me di cuenta que lo habían matado con bala de fuego, la herida no era de un arma blanca. El fiscal nunca se hizo cargo de la investigación y todo fue muy difícil para la querella ya que empezamos en medio del Covid-19, que también lo usaron como excusa desde la fiscalía, para justificar que no avanzaban en el caso. Y en éste último tiempo de investigación junto a la abogada y con trabajo propio pudimos llegar a reconocer quienes eran  las personas que estuvieron cuando asesinaron a Kevin en la represión de la Unidad Penal N°1.

NM- Además de todo el sufrimiento que tuvo que atravesar la familia también hizo la investigación. Cuando en realidad se debía hacer cargo el Estado. ¿Observan un intento de encubrimiento de los responsables ṕor parte del Estado? 

EM- Las veces que se hicieron los informes para que los del servicio penitenciario reconozcan a su personal que estuvo presente en el operativo de represión no lo hicieron. Entonces tuvimos que encarar la investigación casi de manera personal porque el fiscal a cargo no hizo nada. El encubrimiento de los responsables de la muerte de Kevin fue desde el principio. El primer día cuando el Ministro de Seguridad de la provincia, Lopez Desimoni (en ese momento, ahora Ministro de Justicia), dijo que la herida era de arma blanca ya sabía que estaba todo mal.  Una médica firmó y selló que murió así, de ese nivel de mentira estamos hablando. La primera versión fue un enfrentamiento entre los privados de la libertad y que el fallecimiento de Kevin se da por herida de arma blanca. 

Yo ya no pido justicia por Kevin, la justicia hubiera sido que él no esté preso, Erika Maura.

Según se publica en el Diario época, el diario más leído de Corrientes, al otro día de la muerte lo leo, la juez Josefina González Cabañas, dice que lo interceptan los mismo internos y lo hieren de muerte con un arma blanca. Muchos funcionarios públicos salieron a hablar y decir que fueron los mismos internos. Pero al mismo tiempo ya eran virales los videos de la violencia de la represión dentro del penal, y eso no se pudo tapar. Y ahora judicialmente, a pesar del trabajo arduo que se viene haciendo junto a la Red de Derechos Humanos y los testigos, llegamos a una etapa de elaborar posibles imputaciones. Yo ya no pido justicia por Kevin, la justicia hubiera sido que él no esté preso. Pero si se que hay muchos jóvenes ahí adentro de las cárceles que pueden morir y no quiero que les pase eso, es por eso que lo hago.

NM- ¿Por qué decís que  Kevin no tendría que haber estado en la cárcel? 

EM- Es larga la historia de Kevin. El empezó a los 4 años con tratamiento psicológico y psicopedagógico, tres veces a la semana nos íbamos a salud mental, ya que se le detecta desde esa edad un retraso madurativo, en el jardín maternal. Lo hice tratar hasta los 12 años de manera constante, y desde ahí en adelante comenzó un ida y vuelta  con el Consejo Médico porque no lo dejaban entrar a las escuelas. 

Yo quería que él estudie pero el sistema no lo dejaba. Hasta que le dan el alta en salud mental, donde la atendia la doctora Carolina Villalba, y ahí entra a la secundaria. Cuando va a ingresar me vuelve a frenar la junta médica afirmando que no estaba apto. Es muy violento que su informe médico de salud vaya pegado en su boletín escolar, a él ya lo habían categorizado. Yo quería que este en la escuela y no en la calle. 

Volví a intentar un tratamiento pero la misma doctora me dijo que no sabía que querían desde la escuela porque ya tenía el alta, y ahí dejó de estudiar y comenzó a trabajar con su padre en un obraje hasta los 15. Luego en la escuela Figuerero lo toman y comienza con problemas de adicciones. Ahí vuelvo a pedir ayuda y ya no me responden más.

Una semana antes de cometer el delito, Kevin, viene y me dice que estaba mal, siempre pensé ¡que pasaba en él para que me pida ayuda!. A las 3 de la mañana me levanté, fui a salud mental con él, y le planteamos el tema de las adicciones, ya era mayor, y ahí le dicen que no había lugar. Me dijeron que lo podía dejar en la guardia de emergencia y yo tenía que ser enfermera. Una semana estuvimos ahí y nadie vino hacer nada ni ofrecer un tratamiento, solo le cambiaban el suero y nada más, y me aconsejaron llevarlo a mi casa después de hacerle un lavado, a los 5 días después de eso Kevin comete el primer delito.

 Kevin no era un chico que andaba robando, como se dice,  va y le roba el celular a la vecina. Pensé que no lo iban a denunciar pero si. Inmediatamente quedó privado de su libertad en la Unidad Nº6, estuvo 9 meses sin sentencia y seguía preso. El mismo me decía que no pague un abogado porque la defensora le decía que iba a salir. Paso mucho tiempo y dije que no, pague una abogada, ella presenta un probation y sale Kevin con la condicion de pagar el celular y hacerse un tratamiento psicológico. Cuando sale voy a pedir turno en salud mental y por refacciones no estaban trabajando y no me lo dan.

En ese lapso Kevin vuelve a cometer un delito, y esta segunda vez violando el probation, quedo 9 mese mas preso y lo condenaron a 6 años de prisión. Algo raro del juicio fue que el día que estaba pautada la sentencia no se hizo, suspendieron y pasaron a un día más para que declaren dos policías que lo habían detenido alguna vez en la calle. Los testigos anteriores no habían argumentado cuestiones serias sobre Kevin. Lo condenan a 6 años, Kevin tenía 20 años, llevaba 3 años detenido cuando lo asesinan. En el 2022 tenía que salir por buen comportamiento y demás pero lo asesinan antes. 

Según el Observatorio de Conflictos Sociales del NEA, entre el 2017 y el 2022 se produjeron 14 muertes con directa responsabilidad institucional, la mayoría de ellas dentro de las primeras 24 horas de la aprehensión por parte de las fuerzas de seguridad provincial.

En el año 2022 se cambió la cúpula policial en Corrientes, Arnaldo Molina reemplazó a Felix Barboza, y el Observatorio de Conflictos Sociales del Nea dio a conocer un dato muy importante : durante los cuatro años y medio de gestión del comisario Félix Barboza al frente de la Policía de Corrientes, se produjeron 14 muertes con directa responsabilidad institucional, la mayoría de ellas dentro de las primeras 24 horas de la aprehensión por parte de las fuerzas de seguridad provincial. El promedio fue una muerte cada cuatro meses; el 50% fueron muertes en comisarías bajo custodia; y el 90% de los fallecidos estaban libres o llevaban menos de 24 horas de detenidos. Y Emilio Rodríguez, que reemplazó a Sergio Rubén Sanchez en la nueva cúpula policial de ese cambio, fue quien encabezó el operativo represivo donde asesinaron a Kevin Candia en la Unidad Penal N°1 en abril de 2020.

NM- Constantemente se dan fallecimeintos de jovenes privados de la libertad, y uno de los primeros discursos es que es por un enfrentamiento o por suicidio. Y luego son casos llevados a la justicia y los culpables de la muerte son las fuerzas de seguridad. ¿Qué opinas sobre eso?

EM- Luego de todo lo que fui pasando me integré a la Red de Derechos Humanos y diferentes organizaciones que me acompañaron y me ayudaron en la investigación. Hay muchas personas que fallecen ahí adentro y sus familias no tienen la oportunidad para decir la verdad.  A veces la misma familia tiene vergüenza, por el juzgamiento de la sociedad, y a pesar de saber la verdad no la dicen. La sociedad estigmatiza mucho a los privados de la libertad. 

Hay muchos casos como el de Kevin, el no va a volver, y segundo no va a tener justicia porque justicia hubiese sido que no este preso, torturado y los dos intentos de suicidio que tuvo ahi adentro por esas mismas torturas, y después lo terminan matando. No estoy pidiendo justicia por Kevin, quiero que a los demás jóvenes no les pase lo mismo. 

NM- ¿Qué pensas sobre las fiestas que el gobierno de la provincia hace ahora en la ex Unidad Penal N°1?

EM- Para mi es muy extraño, es un lugar donde se sometió a mucha gente, básicamente un centro de tortura. Había demasiada población, casi en un 2x2 dormían 7 personas, se reflejó mucho la violencia de ahí adentro con los videos que se viralizaron. Cuando entré por primera vez a la unidad me asusté, no podía creer que mi hijo esté ahí adentro, no tienen ni lugar para dormir, la comida es incomible. Además de que quienes están presos son en su mayoría pobres, las familias tenemos que mantener a nuestros hijos y familiares, y se viven situaciones inhumanas. 

NM- ¿Qué mensaje le darías a la justicia que lo condenó a la muerte por el robo de un celular, delito menor, y a los funcionarios que inventaron toda esa historia para encubrir a los verdaderos responsables de la muerte de Kevin?

EM- Siempre digo que estoy indignada de la justicia: ¡cómo es que Kevin por robar un celular terminó asesinado, y quienes lo asesinaron a él no están cumpliendo su condena. Hay mucha responsabilidad política, hubo toda una construcción sobre lo que pasó, no fue un motín, fue una huelga de hambre. Y además Kevin no estaba ahí, estaba durmiendo la siesta cuando lo matan, muere sin saber que lo matan. 

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