ANFITEATRO COCOMAROLA

Fiesta del chamamé: sobreventa de entradas en la sexta noche

Este miércoles se vivió la sexta jornada del Festival del chamamé. La noche se dividió entre la emoción del público con Tupá y Nahuel Penisi, y una aparente sobre venta de entradas, puesto que el anfiteatro estaba casi repleto.

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Fiesta del chamamé: sobreventa de entradas en la sexta noche

Este miércoles fue la sexta noche chamamecera en el anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola, de las diez que están previstas. Bajo una aparente sobre venta de entradas que se observaba cuando el público ya se ubicaba en asientos no señalizados para cumplir con el Aforo, se desarrolló una nueva jornada de la 31° edición del Festival del chamamé, la 17° del Mercosur y la 1° a nivel mundial, desde que la Unesco declaró a este género músical patrimonio inmaterial de la humanidad.

A las 20 inició el evento, pero no fue hasta las 00,30 que el público se levantó a bailar, copando las tarimas al lado del escenario, y haciendo palmas desde sus asientos. Tupá fue el grupo que trajo la alegría a la noche y quién se llevó todos los aplausos. Sobre todo al momento de recordar y homenajear a Carlos Escobar, integrante que falleció el año pasado a raíz del Covid. Sus hijos estuvieron presentes en el escenario ya siendo parte del grupo musical y ejecutando instrumentos.

La emoción llegó de la mano de Nahuel Penisi, quien también fue el dueño de la noche, cosechó palmas, sapukays y hasta una ovación de pie. Cantó temas de su propia autoría, Estancia San Blas y se despidió con La oración del remanso, con un público admirado por su actuación.

La sorpresa llegó de la mano del hermano país Paraguayo, con un el conjunto Jimmy Alfonso trío. Además de traer dos parejas de baile que acompañaron con trajes típicos de ese país a los músicos en escena, el grupo cuenta con un arpista que dejó boquiabierto al público. No sólo se dio el lujo de interpretar pájaro campana, sino que también ejecutó perfectamente la canción Tren expreso, llegando a imitar los sonidos de este vehículo en el arpa.

Nuevamente en esta sexta noche había carteles en los dos accesos disponibles para el público, explicando que hasta las 22,30 eran válidas las entradas sin cargo otorgadas por el Instituto de cultura. A pesar de la capacidad reducida para 7.500 personas y el distanciamiento de entre uno y dos asientos entre el público, el lugar se encontraba alrededor de las 23 horas ya ocupado en un 95%.

Este miércoles se pudo observar una aparente sobreventa de entradas, debido a que en el anfiteatro pasadas las 00, el público empezó a ubicarse en asientos que no estaban señalizados como los seguros por protocolo. El ala derecha, la zona por la que se puede salir a la calle Patagonia, estaba colmada. Sucede que muchas personas ingresan con sus silletas y se ubican allí, sin control por parte de las organizaciones.

Los asientos estaban llenos y no se cuidó que se respeten ni el distanciamiento ni el Aforo, puesto que no había distancia entre éstos. Quedan aún los días que históricamente van más personas, el último fin de semana. Con casi 3.500 casos positivos de Covid por día, un récord histórico de muertes el pasado martes y la promesa de que el evento se iba a realizar dentro del marco de los correctos protocolos sanitarios, la lupa está puesta sobre la organización de la Fiesta.

Cabe destacar que los controles sanitarios sí son estrictos en las entradas del anfiteatro. En la primera posta se pide el DNI para constatar que la persona no se encuentra bajo aislamiento. A continuación, se tiene que mostrar el carnet de vacunación o pase sanitario al personal de salud y luego se debe exhibir la entrada a quienes están a cargo de este control. En la cuarta y última posta se coloca alcohol líquido en las manos a quienes ingresan, y tras estos pasos recién se puede acceder al interior del anfiteatro.