La Rioja: criminalización y persecución a la periodista Manuela Calvo

Desde el allanamiento al domicilio de la periodista Manuela Calvo, la Justicia de La Rioja la persigue constantemente en una inusitada escalada de violencia. Cubre los casos de Arcoiris y Cosquillitas.

A principios de junio del año pasado la Justicia riojana le allanó el domicilio a la periodista Manuela Calvo, desde esa fecha la persecución contra su persona y su trabajo ha crecido exponencialmente. 

En la actualidad se criminaliza su cobertura periodística en tres casos de revinculaciones forzosas, entre las que se encuentran el caso de Arcoiris y el de Cosquillitas. Nueva Mirada dialogó con la profesional para conocer más sobre la situación actual.

Manuela ha realizado trabajos impecables en la visibilización de los casos y en la protección total en sus notas, a la intimidad de las infancias. 

El accionar judicial del Poder Judicial de La Rioja es sumamente revictimizante hacia quienes debería proteger y totalmente persecutorio al libre ejercicio de la profesión periodística. 

Sin embargo no sólo los derechos laborales de Manuela son vulnerados, sus derechos como ciudadana han sido violados con total impunidad. 

Han ingresado a su domicilio y le han robado celulares con material de trabajo. A la par, recibe amenazas constantes en redes sociales. 

Esto sucede en Argentina en pleno 2023 donde muchas personas en lugares de poder inundan los medios de comunicación comprados con publicidad oficial, anunciado en actos oficiales que el país y las provincias conservadoras del Norte “avanzan en la adquisición de derechos”. 

Mientras se encuentran casos como los de Manuela, en los que ella incluso llega a temer por su propia vida, ante el abandono judicial y estatal. 

Nueva Mirada dialogó con la periodista para conocer más sobre la situación actual y comprender la realidad que atraviesa . 

-¿Cuándo fue la primera censura que atravesaste de parte del Poder Judicial de La Rioja?

- “El 7 de febrero de 2022 se me impone una medida autosatisfactiva en la que se me prohíbe hablar del caso Arcoiris y borrar todas las publicaciones que había realizado del caso, con una multa de 50000 pesos por día que no los borrará. 

Por lo que borre todas mis publicaciones, no estrené el trabajo documental “Mala Madre" que estaba centrado en la violencia mediática y simbólica de la madre de la niña por denunciar los abusos sexuales de su hija. Tampoco estrené un corto de dibujos animados "Sin Voz (s)" que si bien no era sobre el caso, estaba mencionado explícitamente en la orden judicial. 

Inmediatamente contraté abogados para apelar está sentencia de la que no participé, pero se dejó firme la medida por falta de acceso a la Justicia, ya que las personas contratadas dejaron vencer los plazos sin hacer ninguna presentación, objetando la censura previa que se me impuso con mentiras de un agresor, que busca su propia impunidad mediatizado el caso hace años, mintiéndole a la ciudadanía que es un caso de impedimento de contacto cuando es un caso de abusos sexual intrafamiliar y revinculaciones forzosas.

Yo respete la medida y aún así a los 4 meses me allanaron mi casa y me secuestraron las herramientas de trabajo, junto al registro audiovisual de 20 años para buscar evidencias de una posible desobediencia. 

Actualmente tengo dos imputaciones penales por el caso Arcoiris, desobediencia a la autoridad y obstrucción del vínculo 

La misma criminalización que padece la madre que iba a protagonizar el documental, sólo que en mi caso es por comunicar  la verdad de lo que consta en los expedientes, mientras los presuntos abusadores le mienten a la ciudadanía en medios de comunicación”. 

-Desde el allanamiento a tu casa hasta la intimidación de parte del progenitor de Cosquillitas, ¿quienes se han solidarizado con vos en la provincia?

- “En La Rioja siempre se hizo como si no pasará nada, hace poco hubo un evento de “Nosotras Movemos el Mundo” en el que se hablaba de los 40 años de democracia, la violencia política y la violencia sobre periodistas. 

Ni se mencionó mi persecución del poder judicial que no sólo me censura, sino que la escalada de violencia llegó al punto de temer por mi vida. 

Ni siquiera tengo una medida de protección, habiendo denunciado las violencias y amenazas en mi contra

-En ese lapso de tiempo, ¿se intensificó el hostigamiento de parte del Poder Judicial riojano?

- “Al poco tiempo de mi censura por el caso Arcoiris recibí una intimación por un caso de revinculación forzada que yo desconocía. No sólo conocí el caso por carta documento del presunto abusador, sino que posteriormente se pidió en ese expediente censura para mí y mi yerno, para no difundir el caso sin que jamás lo hubiésemos mencionado. 

Tras el allanamiento la violencia mediática, psicológica, política y simbólica contra mi persona y todas las mujeres que le creemos a Arcoiris fue constante, y a pesar de denunciar nadie la frenó. 

El abogado Emilio Pagotto que entró en el caso Arcoiris teniendo como primera actuación mi censura, y quién promueve acciones en mi contra en 3 casos de revinculaciones forzosas, en medio de la campaña mediática de difamación y amedrentamiento, amenazó en reiteradas oportunidades que él de una u otra manera accedería al celular que se me devolvió tras el allanamiento. 

El 7 de septiembre alguien ingresó a mi casa y se robó dos celulares de mi habitación y nada más. La policía que investigó la denuncia me indicó por dónde ingresaron y aseguraron que no fue un robo común, porque no se llevaron ni el dinero que había en el cajón de la mesa de luz de dónde sacaron mi celular, desde el que ingresaron a mis redes sociales por lo que pudimos obtener número de IP. 

Sin embargo, yo subí mi medianera, puse alarmas, nunca más pude salir a la calle sola y me acostumbré a bloquear cuentas truchas en redes sociales, que me amenazan de muerte y describen todo tipo de tortura

- Tras el día del allanamiento, ¿consideras que la jueza podría librar órdenes cada vez que desee? Entiendo la impunidad con la que se manejaron ese día 

- “El problema es que no es una jueza puntual, a mí me censura una jueza, me allana otra, y me cobra los honorarios de la censura previa para su cuñado otra. 

Tal como le sucede a las madres protectoras, nosotras no tenemos igualdad ante la Justicia que falla todo a favor de los violentos y nos persigue castigándos por haber hecho público cómo se vulneran infancias”. 

- ¿Qué te motiva o impulsa a seguir acompañando y visibilizando causas como las de Arcoiris y Cosquillitas?

- “En realidad nunca volví a hablar del caso Arcoiris más que al hablar de mi persecución. Observo un nivel de ignorancia muy grande respecto a la realidad de la causa y sé que se estafó a la ciudadanía, porque se vulneró su derecho a la información. 

Visibilizar lo que sucede en el caso Cosquillitas es advertir sobre la violencia institucional sistemática de la Justicia riojana contra las posibles víctimas de abuso

El mismo abogado, mismo asesor de menores, mismas juezas, estamos hablando de una situación institucional gravísima. 

Yo sigo cubriendo estos temas, porque es un tema del que no se habla y no podría juzgar a ningún colega que evite tratar el tema, después de observar lo que me sucede a mi. Imagínate que en el caso Arcoiris las únicas voces mediatizadas son los abogados de la defensa del abusador y la familia del abusador que niegan todo lo que relata la niña desde hace 5 años”. 

Mi censura les permitió instalar mentiras sin que nadie los interpelara con la verdad”.

- ¿Llegaron a devolverte tu material de trabajo intacto o borraron material?

- “Me devolvieron todo en condiciones. El problema es que pareciera que como yo recupere mis cosas acá no ha pasado, no está pasando nada. Pero actualmente son 3 los casos de revinculaciones forzosas en los que se criminaliza mi cobertura periodística. Incluso en el que nunca cubrí”.

- ¿Qué análisis haces ante la censura y la persecución a la prensa feminista en estos últimos años?

- ”La Rioja es una provincia muy conservadora en la que el movimiento de mujeres crece con mucha fuerza. Las pibas que empezaron a copar las calles, lograron visibilizar muchas problemáticas y cada vez somos más las que nos paramos frente a las injusticias. 

No es casualidad que a mí me allanaran a dos días de la marcha multitudinaria del 3J y tampoco que este año la convocatoria se haya duplicado. 

Está es una provincia que se la declaró "provida" y hay gente que se siente muy amenazada por los escraches de Ni Una Menos, el crecimiento de las denuncias de violencias género y que las mujeres cada vez más rompan el silencio que tradicionalmente las sometió

Hay una movida antiderechos muy violenta que está utilizando al poder judicial para perseguirnos y para ocultar con una tenacidad llamativa los abusos sexuales intrafamiliares de los poderosos. En todos estos casos hay parámetros en común que debieran ser investigados, pero el esfuerzo evidentemente está en ocultar y perseguir a quien los exponga”.

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