ANáLISIS

Llegar a las elecciones con más ajuste y devaluación

Unión por la Patria tendrá este domingo el desafío de quedar como competitiva de cara a las elecciones de octubre, en un contexto económico y social totalmente adverso.

(Por Diego Silva)

En medio de corridas cambiarias y aplicando un programa de ajuste, Unión por la Patria (UxP) llega a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) con el modesto objetivo de quedar como competitiva de cara a las elecciones generales de octubre.

Las corridas cambiarias que se sucedieron en las últimas semanas, llevaron a los dólares financieros y al blue a los 500 pesos primero; y ahora ya cotizan en torno a los $600.  

Todo eso en el marco de una devaluación fiscal a la que el Gobierno fue empujado por imposición del Fondo Monetario Internacional (FMI); que se tradujo en incorporar nuevos impuestos a la compra de dólares para realizar importaciones. 

También realizó una devaluación parcial al aceptar nuevamente una cotización especial para que productores de soja, y esta vez de maíz, realicen sus liquidaciones. Ambas medidas, además de las corridas cambiarias, se están volcando a precios, provocando una nueva aceleración de la inflación que se verificarán en las mediciones de julio y agosto.

A ese panorama se suma el nuevo acuerdo firmado por las autoridades del Ministerio de Economía de la Nación y el FMI. Que incluyen una serie medidas de ajuste, que el Gobierno ya está aplicando con la promesa de un futuro desembolso que el Fondo recién haría una vez superadas las Paso.

Ese acuerdo dice textualmente “la tasa de crawl continuará utilizándose”. Es decir, las minidevaluaciones del dólar oficial seguirán, pero a un ritmo más acelerado como quedó demostrado en la última semana. 

“Las autoridades continuarán asegurando que las tasas de política monetaria se mantengan suficientemente positivas en términos reales”. Traducido: seguirán las tasas de interés altísimas de más del 100% anual, que solo benefician a la especulación financiera. 

Asimismo, dispone que “la meta de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en 1,9 por ciento del PIB”, lo que demandará un ajuste mayor al ya realizado para el segundo semestre de este año.

En ese sentido, se acordó “contener el crecimiento de la masa salarial” (congelamiento de los salarios); “actualizar las tarifas de energía” (aumento de tarifas, que ya se comenzaron a aplicar); “fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada (recorte de planes sociales), y “una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales” (recorte de recursos a las provincias, lo que ya se evidenció con la caída de las transferencias de los últimos cuatro meses).

En el primer párrafo del texto, se deja explícito que el acuerdo “está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto. Una vez completadas las revisiones quinta y sexta”. Recién ahí, Argentina tendrá acceso a los US$7.500 millones.

Lo insólito del caso es que Argentina realizó dos desembolsos por casi 3.500 millones de dólares sin que el FMI haya girado el dinero. Lo hizo pidiéndole préstamos a la Corporación Andina de Fomento, a Qatar y utilizando yuanes del swap de monedas que tiene con China.

El modesto desafío que significa, aunque sea ser competitiva, para una alianza que es Gobierno es aún superior si se tiene en cuenta que el principal candidato presidencial de UxP es el propio ministro de Economía, Sergio Massa.

La línea argumental central de la campaña oficialista es la comparación con el Gobierno de Mauricio Macri, afirmando que la gestión del Frente de Todos fue menos mala que la de Cambiemos.

Los números son dispares para fortalecer esa argumentación. El Gobierno de Alberto Fernández tiene solo dos datos positivos en comparación a los cuatro años de Macri: un nivel de actividad más alto y el desempleo más bajo.

Luego, pierde en todo. El salario privado y el mínimo en términos reales son más bajos ahora que en diciembre del 2019; las jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo también están por debajo que en el final del Gobierno de Macri.

Finalmente, la inflación anual es más del doble en junio de este año, que en diciembre del 2019.  

La moneda ya está en el aire, y el domingo alrededor de las 22 horas se sabrá si UxP alcanzó los 30 puntos con los que sueñan en el comando de campaña de Massa; o si la sociedad le dio la espalda a los representantes de un Gobierno que lejos estuvo de cumplir con las expectativas que cosechó en el 2019. 

Análisis Paso Unión por la Patria