Una clase pública fue organizada por estudiantes de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), para pedir justicia por Griselda Blanco, la periodista de Curuzú Cuatiá que fue asesinada semanas atrás.

En un primer momento, la versión oficial señaló que se había tratado de un suicidio. Algo que inmediatamente fue descartado por la forma en la que murió la mujer. Luego se intentó instalar la hipótesis de un crimen por violencia de género.

No obstante, desde un inicio los hijos de la víctima sospechan que se trató de un homicidio referido a las denuncias que realizaba Griselda.

La periodista denunció un caso de mala praxis en el Hospital Fernando Irastorza y también abusos sexuales en la policía local, por lo que recibió amenazas.

“Reafirmamos que sin libertad de prensa no hay democracia y que el femicidio de Griselda es una muestra más de un sistema que oprime a quienes acompañan causas justas y les generan conflicto a los poderes reales de esta provincia”, afirmaron las y los estudiantes de Comunicación Social.

La Clase Pública se realizó en la sede de la carrera de Comunicación Social el 7 de junio, cuando se celebra el día del Periodista. Griselda Blanco tenía 45 años y el 20 de mayo fue encontrada en su casa con golpes en su rostro, manchas de sangre y signos de estrangulamiento.

La fiscal María José Ferrero Sahagún solicitó la detención del empresario Darío Alfredo Holzweissig, quien hacía uso de un boliche en la ciudad y tenía una relación comercial y sentimental con Griselda. Hoy está imputado por homicidio simple.