El pasado martes los jueces Troncoso, Muschetti y Ballará del Tribunal Oral Penal de Mercedes, absolvieron y por ende liberaron, a un padre acusado de abusar sexualmente de su hija de 6 años. El hecho sucedió en el 2019 y la denuncia se realizó al año siguiente, porque es cuando la madre de la menor observó situaciones que alertaban un posible abuso. El juicio se basó en pretender demostrar a la madre de la infante como una mujer que creó la situación en perjuicio del padre.  

La Colectiva de Mercedes, un grupo que nuclea a mujeres que acompañan casos de abusos y violencias, acompañan a la madre de la menor desde el 2020, cuando ella radicó la denuncia tras observar unos dibujos de su hija que le llamaron la atención. La madre las conoció a través de un programa radial y así estableció el contacto con la Colectiva. 

Desde el grupo la fueron asesorando en lo que podían, ya que por ejemplo, la causa no estaba caratulada como violación y la Fiscalía a cargo de Adrián Casarrubia no colaboraba con el avance de la causa. La Colectiva destaca que durante el proceso ella se empoderó, lo que logró que con esa fuerza su hija accediera a la Cámara Gesell, ya que la Fiscalía posponía la prueba. 

Acorde a fuentes judiciales consultadas, la querella se instituyó tras los resultados de la Cámara Gesell. En la pericia que duró más de una hora, la psicóloga forense a cargo, determinó que era un relato contundente, preciso y claro, que había signos de abuso y que la menor no fue manipulada por terceros.

Tras este informe la querella, a cargo de Walter Kubacher, estaba tranquila, ya que el proceso favorecía a la infante para la obtención de justicia. A la par, el abogado solicitó la detención del acusado Juan Díaz y se la otorgaron. 

Durante las audiencias el mayor obstáculo fue que los dibujos los realizó la menor en su casa. Por consecuencia, no pudieron ser tomados como pruebas. Además, el doctor Perichón que en su calidad de médico revisó a la infante en dos ocasiones, durante el juicio negó esas atenciones. 

La defensa del acusado basó su alegato en señalar a la madre de la niña como mentirosa, ya que, tras la separación con el padre de su hija, la acusaron de querer obtener de él, todo el rédito económico posible. A la par, el denunciado presentó dieciocho testigos que desprestigiaron ante el Tribunal su rol de madre, acusándola de no cuidar a la menor. 

También la defensa alegó que había pasado mucho tiempo desde la denuncia hasta la Cámara Gesell. Estos hechos determinaron que los jueces Troncoso, Muschetti y Ballará absolvieran al acusado bajo insuficiencia probatoria. Cabe destacar una vez más que la Cámara Gesell confirmó el abuso denunciado, junto a otras pericias psicológicas. 

Tras la absolución, el denunciado quedó libre. Las mismas fuentes han informado que él trabajaría para la familia de uno de los jueces en la localidad. 

Al conocerse la sentencia la madre de la menor lloraba y estaba desesperada por el veredicto. “Mi hija no miente. Díganme loca, pero mi hija no miente”, “Por favor hagan algo, está la Cámara”, gritaba en la entrada del Tribunal. 

Lamentablemente esta sentencia demuestra una vez más, lo que sería una desarticulada y ciega Justicia en la provincia. La solidez de la Cámara Gesell, con todo lo que implica su puesta en acción, no fue suficiente para que una menor de seis años obtenga Justicia. Dieciocho testigos valieron más que el relato de la infante.

La querella apeló la sentencia y el siguiente paso se realizará en Capital. Se espera que los Tribunales capitalinos estén a la altura de la circunstancia y escuchen el testimonio de una menor, que necesita ya no ser violentada por el sistema judicial. La vulneración de los derechos de las infancias por el Tribunal Oral Penal de Mercedes, también demuestra qué tipo de personas son las encargadas de impartir justicia en esa localidad.