La situación de la fábrica textil Alpargatas en Bella Vista, Corrientes, empeora día a día. Según confirmaron fuentes gremiales y empresariales, se está evaluando un esquema de suspensión temporal para los 400 trabajadores de la planta, en un intento desesperado por evitar despidos y sostener la actividad en medio de una fuerte caída del consumo interno.

La firma, de capitales brasileños, ya había reducido turnos y producción en los últimos meses, pero ahora analiza frenar totalmente las actividades durante semanas o incluso meses. El secretario general del gremio SETIA (Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines), Walter Acevedo, confirmó que el panorama es “crítico” y que “la empresa está esperando alguna señal del Gobierno nacional que permita recuperar ventas, porque la producción está totalmente parada”.

Desde la fábrica aseguran que la baja en las ventas minoristas, el encarecimiento del crédito y la apertura de importaciones golpean de lleno a la industria del calzado y la indumentaria. A esto se suma la falta de medidas de protección laboral por parte del Ejecutivo nacional, lo que deja a la planta en una situación de vulnerabilidad total.

Los trabajadores se encuentran en estado de alerta y movilización. Según trascendió, la empresa ya presentó ante el Ministerio de Trabajo un pedido formal para aplicar el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, lo que habilitaría suspensiones con pago parcial del salario mientras dure la inactividad.

La fábrica de Bella Vista es uno de los principales empleadores del interior correntino y su parálisis afectaría de manera directa a cientos de familias. En abril, el propio gobernador Gustavo Valdés había prometido gestiones para sostener la actividad, pero hasta el momento no hubo anuncios concretos.

La posible suspensión de los 400 empleados sería el golpe más duro desde que comenzó la crisis, y pone en jaque la continuidad de una empresa emblemática para la ciudad. La comunidad teme que este sea el primer paso hacia un cierre definitivo, si no se revierte el contexto económico adverso.