ESCASEZ DE GASOIL

Grave crisis en la producción de limones en Corrientes

Productores de limón de la provincia expusieron la grave crisis que atraviesa el sector, que se profundizó con la escasez de gasoil. Cerraron dos de tres industrias de Bella Vista, y se comenzó a tirar parte de la producción.

Con la escasez de gasoil, se agravó la situación del sector citrícola en la provincia de Corrientes. Ya se cerraron dos de las tres industrias situadas en Bella Vista, y se comenzó a tirar parte de la producción por no poder transportarla.

La crisis del sector citrícola no es nueva, pero se agravó con el desabastecimiento de gasoil que encareció el transporte. La producción de limones y naranjas están entre las principales de la provincia. Solo en el departamento de Bella Vista hay 4.500 hectáreas plantadas.

“El gasoil es un agravante más, pero no es nuestra primera causa de la perdida de producción”, reconoció el secretario de la Asociación de Citricultores de Bella Vista, Oscar Barbera. 

El problema es que la faltante del combustible “sucedió en un contexto en el que venimos empezando una zafra de cosecha con poca demanda de la fruta”. La escasez de gasoil, “no nos deja trabajar o tener otra salida para nuestra producción”, indicó Barbera.

El productor calculó que solo un 30 o 40% de la producción podrán colocar en las industrias. En ese sentido, señaló que el principal problema es que “solo una de las tres industrias que hay en la zona está funcionando, y no nos podrá absorber la producción que tenemos en la zafra de invierno”.  

Respecto a ese punto, Barbera detalló que el mercado internacional también está cerrado para la producción, por lo que el interés para comprar la producción de limones es poco. La única industria que está abierta recibe la fruta “a un costo muy bajo”.

“En otros años que tuvimos producción por arriba de lo que las industrias locales absorbían, la llevábamos a otras zonas como Misiones o Entre Ríos”, afirmó Barbera. Pero advirtió que “este año no se hace viable porque es muy caro el transporte y el flete”.

Ante este panorama, declaró que “hay muchos que optaron por cosechar y tirar la fruta”. Lo hacen “pensando en cuidar la planta y que produzca en la próxima campaña, y no tanto en la fruta que tiene hoy día para cosechar”.

Esta decisión se debe porque el productor “sabe que no podrá comercializar, y si lo hace será a un costo demasiado bajo y no tiene sentido seguir tenido esa fruta en la planta”, indicó en declaraciones a Radio Sudamericana. 

“Según los contos productivos, nosotros tendríamos que estar vendiendo el kilo de limón entre 15 a 18 pesos y lo estamos vendiendo a 5”, señaló.

“De los 5 pesos que vendemos a la fábrica, tenemos 4 de costos”, puntualizó. “Lo que estamos cerca de la fábrica, entre cosecha y flete nos queda 1 peso, y los que están más alejados empata o pierde plata”, concluyó.