SUELDO
Milei fija nuevo salario mínimo por debajo de la indigencia
Por decreto, el Gobierno nacional estableció aumentos escalonados del SMVM; la principal central obrera lo rechazó como insuficiente.
El Gobierno nacional oficializó este miércoles una nueva escala del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) que se aplicará de forma escalonada desde noviembre de 2025 hasta agosto de 2026.
Para los trabajadores mensualizados que cumplen jornada legal completa, el piso quedó fijado en $328.400 desde noviembre 2025; mientras que para diciembre el monto sube a $334.800.
El incremento contempla ajustes mensuales —aunque decrecientes— durante los próximos diez meses. Según la escala oficial: enero de 2026 será de $341.000; febrero de 2026, $346.800; marzo, $352.400; abril, $357.800; mayo, $363.000; junio, $367.800; julio, $372.400; y finalmente, agosto 2026 alcanzará los $376.600.
Para trabajadores jornalizados, también se establecieron valores por hora: en noviembre el valor será de $1.642, y en agosto de 2026 llegará a $1.883.
Desde el Ejecutivo justificaron la medida al argumentar que tras el fracaso de la última reunión del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, correspondía definir el nuevo piso por decreto.
Sin embargo, los sindicatos y organizaciones de trabajadores criticaron duramente la decisión. La central obrera CGT consideró que el ajuste es “insuficiente” y que el nuevo SMVM queda muy por debajo del costo real de vida.
Organizaciones sociales añadieron que el nuevo salario mínimo alcanza apenas para una fracción de la canasta básica familiar: según referencias publicadas, el SMVM representa una mínima parte del valor de una Canasta Básica Total.
Desde el sector de defensa del trabajo informal y la economía popular, alertan que la medida no resuelve la precariedad ni revierte la caída histórica del poder adquisitivo del salario base.
El contexto marca que, aunque nominalmente hay un aumento, analistas independientes advierten que el SMVM sigue perdiendo valor real frente a la inflación.
Para muchos sectores asalariados, la suba será un alivio modesto pero no suficiente: la brecha entre ingresos y canasta básica se mantiene, con riesgo de profundizar la vulnerabilidad social en los próximos meses.
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