Luiz Inácio Lula Da Silva se quedó con la primera vuelta en las elecciones presidenciales en Brasil. Quedó muy cerca de la mitad más uno de los votos, que le hubieran permitido consagrarse ganador este mismo domingo.

La segunda vuelta se disputará el 30 de octubre entre el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), y el actual presidente, el derechista Jair Bolsonaro.

Lula cosechó casi 57.000.000 de votos mientras que su inmediato perseguidor llegó a los 51 millones de votos.

En cuanto los porcentajes, Lula llegó al 48,27% y Bolsonaro al 43,33% con el 99,35% de las mesas escrutadas. Por lo que el líder del PT deberá sumar cerca de dos puntos más en las próximas tres semanas para ser presidente de Brasil por tercera vez en la historia.

Muy lejos de los dos candidatos más votados quedaron los demás postulantes a la Presidencia: Simone Tebet con 4,17%; Ciro Gomes con 3,05%; Soraya Thronicke con 0,51%; Felipe D'Avila con 0,48%; y otros aspirantes que no llegar ni al 0,10%.

Nuevamente, las encuestadoras volvieron a fallar. La mayoría vaticinó un amplio triunfo de Lula sobre Bolsonaro que finalmente no ocurrió.

Datafolha publicó el jueves un relevamiento que ubicaba al líder del PT con 50% de intención de votos; mientras que el actual presidente solo reunía el 36%. Otras encuestadoras daban una distancia aún mayor entre ambos candidatos.

En su discurso una vez que se conocieron los resultados oficiales, Lula afirmó que en los días que quedan hasta el balotaje “habrá que conversar más con la gente y convencer a la sociedad” de qué es lo conveniente para el país.

"Todas las elecciones a las que me he presentado han sido en segunda vuelta, todas ellas. La segunda vuelta es la oportunidad para madurar las propuestas y para conversar con la sociedad", manifestó Lula desde su bunker en San Pablo, donde siguió los resultados de los comicios.

Por su parte, Jair Bolsonaro dijo que "entiendo que hay muchos votos que se debieron a la condición del pueblo brasileño, que sintió el aumento de los productos; en particular, la canasta básica de alimentos".

"Entiendo que hay una voluntad de cambio por parte de la población, pero hay ciertos cambios que pueden ser para peor", dijo a periodistas en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial de Brasilia.