En febrero de este año el hijo de Andrea Klaus, quien tenía dos años, vino a Corrientes a pasar quince días de vacaciones con su padre, Maximiliano Sosa, quien vive en la localidad de Santa Rosa. 

El 20 de febrero Andrea recibió una llamada de Sosa en la que le informaba que su hijo había muerto. Desde entonces transita instancias judiciales sin respuestas sobre qué fue exactamente lo que le pasó al niño. 

Nueva Mirada dialogó con Andrea para conocer el caso y acompañarla en la visibilización del mismo. 

Ella explicó que tras la comunicación ese día a las 19:00 hs., inició un viaje desde la ciudad de Buenos Aires junto a sus padres con destino a la localidad correntina.  

En el viaje Andrea llamaba al padre de su hijo constantemente, pero él le habría atendido recién a las 23:30 hs. para informarle que ya lo estaban velando al menor. 

Cuando ella llegó a Santa Rosa junto a sus padres alrededor de las 7:30 hs. del día siguiente, continuaban velando al niño. 

Entonces Andrea le preguntó a Sosa y al padre de él si había una autopsia, ya que sólo le informaron que se habría ahogado en una pileta. 

Tanto el padre del menor como su abuelo paterno le respondieron que sí, que estaría hecha la autopsia correspondiente. 

En ese momento el abuelo paterno llamó en presencia de Andrea a quien sería el forense encargado, quien le manifestaría que se quede tranquila y que le enviaría el resultado de la autopsia vía Whats App. 

Ella explicó que confiada en sus palabras retornó a Buenos Aires con el cajón de su hijo, con el objetivo de enterrarlo cerca de donde ella vive. 

Al llegar contactaron a una funeraria para realizar un breve velorio de dos horas, ya que para ese momento el cuerpo tenía avanzado estado de descomposición. 

La autopsia

En la funeraria la encargada de realizar los preparativos le informó a Andrea que no estaba hecha la autopsia, debido a que no le saltaba en el sistema. 

De esta forma, se le comentó desde la sala velatoria que lo mejor era colocar el cajón en un nicho y no bajo tierra, por si más adelante se necesitaba realizarle pericias al cuerpo. 

Desde entonces Andrea vive en estado de lucha permanente, para conocer realmente de qué falleció su hijo. 

El primer expediente se cerró rápidamente a los veinte días de inicio, lo que impidió que ella se presente como querella en la causa por cuestiones de tiempo. 

A esto se le sumarían más irregularidades. “La policía no hizo una correcta inspección del lugar, recién se presentaron al día siguiente cuando yo ya volvía con el cuerpo de mi hijo”, destacó Andrea. 

“El expediente dice muerte dudosa y muchas personas implicadas en ese expediente no fueron citadas a declarar”, remarcó.

“También quiero agregar que el croquis del lugar en el primer expediente está muy mal hecho y tuvieron que volver a realizarlo en el segundo expediente”, enfatizó la madre del menor. 

Segundo expediente

“Cómo madre nunca tuve decisión sobre el cuerpo de mi hijo. Desde ese día lo único que encuentro son trabas al intentar avanzar”, explicó Andrea. 

Tras el hecho el padre del menor la bloqueó de todas las redes sociales y mensajería, de tal forma que no podían comunicarse. 

Así ella creó otro perfil de Facebook desde el que le escribió. Entonces él decidió desbloquearla de Whats App y llamarla. 

“Me dijo que no tenemos nada más que hablar, que no sea una densa por querer saber qué le pasó a nuestro hijo, que ya está, que fue un accidente”, recordó Andrea. 

Con todo esto ella decidió iniciar una demanda contra el padre del niño, para que se abra un nuevo expediente y contrató a un abogado para constituirse como querella. 

El segundo expediente se encuentra en la Fiscalía de Santa Rosa bajo número 40375/23. 

En éste Andrea pide que verdaderamente se le realice la autopsia al cuerpo de su hijo, que las antenas de comunicación determinen la ubicación de Sosa ese 20 de febrero y que se cite a declarar a las personas que no fueron llamadas en el primer expediente. 

Las redes sociales

Desesperada tras no obtener respuestas y sin quien la defienda, Andrea decidió realizar una publicación sobre el caso en un grupo de Facebook de compra y venta de la localidad correntina. 

Ésta tiene alrededor de 500 comentarios y fue compartida aproximadamente por 2000 personas. Con este gran alcance, aparentemente habría llegado hasta el mismo fiscal Lezcano. 

“Leiva me reenvió un audio del fiscal en el que me pedía que baje la publicación sino me iba a demandar”, comentó la madre del menor. 

Sucede que el fiscal le habría pedido a Andrea que bajase esa publicación y realice otra en la que manifieste que ella había accedido a la autopsia y que Fiscalía habría obrado conforme a la ley, para no iniciarle una demanda. 

Ella también manifestó que le habría llegado información sobre una supuesta citación del fiscal hacia las personas del pueblo, con el aparente objetivo de que observen el expediente. Una situación que sería bastante extraña e inusual. 

Andrea remarcó que desde hace meses Fiscalía “me da vueltas para darme el informe de  la supuesta autopsia. Según su secretaria sólo falta la firma del fiscal, que nunca se concreta”. 

La madre del menor está convencida de que esta causa estaría llena de irregularidades y que ninguna autoridad judicial y policial habría obrado conforme a los reglamentos, ya que “era feriado de carnaval y querían hacer todo rápido”. 

“El pueblo dice que el padre no estaba en el pueblo, porque se fue a otro pueblo con la novia”, concluyó Andrea. 

Desde hace casi cuatro meses una madre espera respuestas sobre la muerte de su hijo. Lo despidió con vida para que disfrute de las vacaciones con su padre y lo volvió a ver en un cajón. 

A la fecha desconoce la causa de muerte y no comprende por qué las autoridades locales no la apoyan en su búsqueda de verdad. Pide acompañamiento y difusión del caso para que finalmente pueda saber qué pasó y transitar su duelo en paz.