ENTREVISTA

“El Juicio VII Brigada profundizó la reconstrucción sobre la sistemática del Terrorismo de Estado en Corrientes”

A pocos días de la sentencia en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Corrientes durante la última dictadura militar, Nueva Mirada dialogó con el fiscal federal, Diego Vigay.

Está llegando a su etapa final el juicio sobre la VII Brigada que funcionó en Corrientes durante la última dictadura militar. Durante el debate, se conocieron más detalles de cómo funcionó el terrorismo de Estado en la provincia. 

Nueva Mirada accedió al testimonio del fiscal federal, Diego Vigay, que tuvo a su cargo la acusación contra miembros del Ejército y Gendarmería que fueron condenados en el juicio. 

¿Qué se puede analizar sobre lo reconstruido en el Juicio, cuando falta poco para conocerse la sentencia?

En el transcurso de las audiencias del juicio, a través de un número importante de testimonios de víctimas, de familiares y de expertos, sumado a un cumulo substancial de documentos históricos que fueron incorporados; se pudo profundizar la reconstrucción sobre la sistematización del Terrorismo de Estado en Corrientes, que había tenido un primer paso importante con las Causas Regimiento 9 y Panetta (Goya). 

Fundamentalmente se reconstruyó la planificación sistemática llevada adelante por la VII Brigada de Infantería y el Área de Inteligencia 231 del Ejército Argentino.

Así, por ejemplo, los operativos de secuestros que se realizaban en horas de la madrugada, siendo oficiales de inteligencia del ejército o de gendarmería de civil quienes lo comandaban y eran acompañados por personal uniformado de la  policía de corrientes o del mismo ejército . 

De la misma forma, el funcionamiento y el rol del Centro Clandestino del Regimiento 9 y del predio de Ejercito de Santa Catalina; en conjunto con la Brigada de Investigaciones y la Jefatura de Policía de Corrientes, donde metódicamente se torturaba. 

Asimismo, lugares de detención como el Instituto Pelletier, el Escuadrón de Gendarmería o la Policía Federal, donde también estuvieron detenidos ilegalmente e incomunicados perseguidos políticos.

Todo bajo un mismo mando, una misma lógica y los mismos métodos, para torturar y hostigar a quienes se perseguía por razones estrictamente ideológicas y políticas. 

¿Se puede hacer alguna caracterización del universo de víctimas?

Se pudo reconstruir que un número importante de las víctimas eran estudiantes de todas las Facultades de la UNNE – Medicina, Derecho, Veterinaria, Agronomía, Arquitectura, Ciencias Exactas, Humanidades; y de Colegios Secundarios, que tenían alguna participación en agrupaciones como la Juventud Universitaria Peronista o en Centros de Estudiantes.

También entre los detenidos hubo periodistas, sacerdotes tercermundistas, intendentes del Partido Justicialista, gremialistas, productores de las Ligas Agrarias y profesionales médicos y abogados.

Además, se evidencio la sistemática de la detención de familiares, como forma de atormentar y amenazar. Por ejemplo, mamas fueron detenidas junto a sus hijos-bebes y jóvenes militantes junto a sus padres. 

¿Cuáles eran las condiciones y las características en los Centros Clandestino de Detención?

Las condiciones para los detenidos por razones políticas fueron extremadamente crueles, tabicados y esposados las 24 horas del día, incomunicados y en la mayoría de los casos, sin tener conocimiento sus familiares donde estaban, sin tener acceso a un baño y a asearse; y con incesantes sesiones de torturas que duraban muchas horas y que se repetían durante muchos días. 

¿Qué secuelas denotan los sobrevivientes y los familiares de los Desaparecidos en sus testimonios? 

Todas las victimas sobrevivientes por los hechos traumáticos que padecieron, sobrellevan consecuencias graves, tanto en su salud física como psíquica. Y los familiares de los desaparecidos tienen el desasosiego de no saber qué pasó con sus seres queridos y no poder hacer el duelo y calmar su dolor. 

En todos los casos se produjo una ruptura irreparable de los proyectos de vida que tenía cada uno. 

¿Qué se puede reconstruir del destino final de los Desaparecidos?

Finalmente, también se sumó información sobre el arrojamiento de cuerpos al Rio Paraná, como mecanismo para hacerlos desaparecer. La Fiscalía de Corrientes a realizado estos años una reconstrucción muy importante logrando identificar la identidad de tres cuerpos de desaparecidos que había sido rescatados de las aguas del Rio Paraná en Empedrado y estaban enterrados en el Cementerio de esa localidad: Rómulo Artieda, desaparecido del Centro Clandestino RI 9 Corrientes en mayo de 1977; Carlos Tereszcuk, visto con vida en la Jefatura de Resistencia de la Policía del Chaco a mediados de noviembre de 1976; y Julio “Bocha” Pereyra, desaparecido en la Masacre Margarita Belén cometida el 13 de diciembre de 1976. 

Según el testimonio del médico forense de Empedrado, Otto Eliseo Manzolillo, que realizó las autopsias de estos cuerpos en 1976 y 1977, todos tenían un corte importante en el abdomen para evitar que flotaran, estaban desnudos, maniatados con alambres, cortadas las yemas de sus dedos para dificultar la identificación y con balas de plomo a modo de ejecución.

En este Juicio hubo un testimonio muy importante sobre los cuerpos de una pareja rescatados del rio Paraná, en febrero de 1977, que estaban desnudos y atados con alambre y por las características físicas podrían ser de Dora Noriega y Ramon Vargas quienes fueron vistos con vida por ultima vez en el Centro Clandestino del Regimiento 9.

Igualmente, Gustavo Piérola conto toda la búsqueda que vienen haciendo del cuerpo de su hermano Fernando, desaparecido en la Masacre de Margarita Belén y que había pasado también por el Regimiento 9.

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