PERSECUCIóN Y REPRESIóN

Denuncian que en Jujuy se aplican métodos de tortura de la dictadura

Actriz y docente de Jujuy fue tabicada y sufrió simulacros de ahorcamiento por parte de un grupo integrado por un hombre y dos mujeres que irrumpieron en su hogar.

La actriz y docente, Camila Müller, sufrió métodos de torturas propios de la última dictadura militar que sufrió el país entre 1976 y 1983. Tabicamiento, simulacros de ahorcamiento, abusos y una amenaza: “Dejá de mover el culo y de hacerte la revolucionaria, sos una puta”.

El hecho ocurrió el 27 de junio pasado, una semana después de la gran represión que la Policía protagonizó en San Salvador contra una manifestación que se oponían a la Reforma Constitucional que llevó adelante el gobernador jujeño, Gerardo Morales.

Müller participó de esa movilización y cree que desde ese momento quedó marcada. Allí también fue testigo de maniobras irregulares de las fuerzas de seguridad, como la presencia de infiltrados en las columnas de manifestantes, que, una vez iniciada la represión, comenzaron a detener a personas que estaban protestando.

Además, vio como se llevaban detenida a una compañera suya en las camionetas blancas sin patente ni identificación que realizaron varios operativos durante ese día.

El 27 de junio, Müller concurría a su lugar de trabajo, un salón que le alquila a la Universidad para dar clases de yoga y danza, y advirtió que una camioneta blanca (como las utilizadas para la represión y secuestro de personas) la estaba siguiendo.

Cuando salió de su lugar de trabajo, otra camioneta de la Policía de la Provincia sin patente, aceleró en plena avenida con el semáforo en rojo e intentó atropellarla.

Volvió a su casa y a las 1.30 de la madrugada, cuando dormía, escuchó que golpearon su puerta. Pensó que era un compañero que se alojaba en su vivienda. Al abrir, un hombre con barbijo y encapuchado la empujó para adentro y dos mujeres que lo acompañaban cerraron la puerta.

La tabicaron, ataron las manos, le taparon la boca con un trapo, e inmediatamente la empiezan a ahorcar con un cable. La maniobra duraba hasta que Müller se quedaba sin aire, la soltaban para que recupere el aire, y volvían a repetir la secuencia. Según su memoria, el martirio duró entre media hora y 40 minutos.

Luego de recuperarse del shock que significó sufrir la tortura, Müller se comunicó con su abogada. Se presentó un habeas corpus, que ya fue rechazado por la Justicia Provincial, y ahora está siguiendo su curso en los estrados federales.

Además, se hizo la denuncia penal ante el Ministerio Público. Que también incluye espionaje ilegal del que habría sido víctima Müller antes de recibir el ataque. “Creo que es un mensaje para el colectivo de artistas que nos solidarizamos con las protestas, y para todos los involucrados en la lucha”, afirmó la mujer.

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